Durante el pasado fin de semana, el diario de mayor tirada en la provincia (El Independiente) hizo referencia al futuro de las polémicas ONG. Un sistema adoptado en La Rioja y que tuvo una apabullante aceptación en la comunidad… sí, sobre todo, en la comunidad política, a través de los allegados al poder. Los resultados todavía son cuestionados. Hay ejemplos que sostendrían la necesidad de mantener esta forma de contratación, pero ahora se habla de una modalidad más “abreviada” para simplificar la burocracia del estado. En realidad, el problema en el manejo de los fondos públicos está acentuado en los responsables de actuar en el circuito comercial. Este mecanismo fue promocionado y respaldado desde el Gobierno, el mismo que ahora busca eliminarlo sin dejar precisiones sobre el futuro de las contrataciones y mucho menos sobre qué pasará con aquellas ONG a las que se les comprobó, acabadamente, las irregularidades en las que incursionaron. Exactamente el mismo discurso apuntando a una limpieza de la corrupción generalizada había sido izado como estandarte al momento en que se promocionó a las entidades no gubernamentales como canal de respuestas a las necesidades de la comunidad. Nada de eso sucedió. ¿Qué sucederá ahora?. Por lo pronto, todo parece responder, una vez más, a un desesperado intento por desvincular al Gobierno de los actos espurios en los que se ven involucrados algunos funcionarios. El mensaje de erradicación de ONG tomó fuerza mediáticamente, paralelamente a que se desvirtuaba su secuencia administrativa con la acometida contra algunos sectores que pugnaron por esclarecer los “teje y maneje” producidos en este ámbito. Así quedó develado en el segmento dominical de este medio gráfico de La Rioja, en el que nada se dijo, por ejemplo, del mentor de estas entidades intermedias, y la relación de éste con algunas de ellas. Caso concreto, la ONG Facundo Quiroga, entre otras tantas. Queda por lo menos sospechosa la publicación en la que se hace referencia concreta a un megamultimedio -tal lo define este segmento que, se sabe, es escrito en la mismísima Casa de Gobierno – y en el que se hace referencia al manejo de “fondos extraordinarios”. Tal referencia es, al menos, doblemente paradójica, teniendo en cuenta que “la pluma” a cargo de este “observador” de la realidad riojana no registra responsabilidades con el fracaso del sistema que ahora pide suprimir; mientras que el medio de comunicación que se presta de vocero nada reconoce del enriquecimiento de unos pocos de dicha empresa, a costillas de otros tantos, del mismo medio, que quedan siendo meros “observadores” de esa otra realidad. Una realidad laboral que los ve sumidos en la mediocridad económica, a diferencia de sus jefes, quienes acuerdan interminables pautas oficiales que sólo se reflejan en sus bolsillos. En esta secuencia de paradojas, dicha empresa deja en el olvido su fundación como cooperativa de trabajadores, estructura laboral que apunta al beneficio económico generalizado de sus miembros. Finalidad que, cada vez más, está perdida en la actual administración interna. La falta de respeto a la dignidad laboral se extiende hacia colegas que ven en este “megamultimedio” una fuente de trabajo necesaria. Está claro que los acuerdos “megaeconómicos” de algunos pocos, nada contemplan las necesidades de muchos otros.
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