Unos 10 animales muertos aparecieron el jueves frente a la municipalidad local. También hay pintadas con críticas a Urbano y Farías. Los autores son la familia Fernandez productores de la Colonia el Cisco, que regresaron a la protesta. El edificio municipal de Olta amaneció este jueves con sorprendente y desolador panorama, ya que una decena de vacas muertas provocaron olores nauseabundos que alteraron la tradicional calma del lugar. Los animales fueron depositados allí por los productores del Cisco quienes se manifestaron en protesta por las sequías que ocasionaron la dramática situación. En este sentido, uno de los damnificados, Pablo Fernández, advirtió que las pérdidas son aún mayores, pero que todos los animales no pudieron ser cargados para llevarlos a las puertas de la comuna. Los productores responsabilizaron de la situación al intendente Juan Urbano y al diputado Ricardo Farías, por la falta de acción y de intervención ante las autoridades del gobierno provincial y la secretaría del Agua. El malestar fue manifestado además con pintadas en las paredes del edificio comunal. Sin embargo, el jefe comunal deslindó responsabilidades del municipio en el asunto. “El reclamo viene desde hace tiempo y los productores no se pudieron poner de acuerdo con las autoridades provinciales”, se defendió Urbano. A media mañana, una pala cargadora de la municipalidad cargaba los animales en un camión de la comuna. Se cumplió una orden del comisario Nicolás Ortiz, quien consideró que Pablo Fernández abusó del derecho a protesta. Explicó que existió una contravención y por tal motivo Fernández fue citado a la comisaría. Además, explicó que los animales serán estudiados para determinar si realmente murieron de hambre.
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