La Argentina ya ha dejado de ser la de hace unas semanas atrás, cuando el triunfo oficialista en las Primarias y en las elecciones de octubre parecía un hecho consumado, y tras las derrotas K en Santa Fe y la Capital Federal, la oposición parece haber tomado otro rumbo y mostrarse más combativa para acabar con la hegemonía que viene mostrando el kirchnerismo desde el 2003. Ni lento ni perezoso, y sabedor de que los tiempos no se muestran tan favorables para la Casa Rosada, el ex presidente Eduardo Duhalde le viene asegurando a sus más cercanos aliados, que él será el hombre que se transformará en el "candidato a vencer" por el kirchnerismo dentro de 12 días, además de afirmar rotundamente que a pesar de los artilugios del oficialismo de embarrarle la cancha con campañas mediáticas en su contra, será él quien “venza” al kirchnerismo. El bonaerense le había confiado hace algún tiempo atrás a sus colaboradores más cercanos que su imagen iría creciendo a medida que se acercaran las elecciones, y el tiempo parece haberle dado la razón al bonaerense, ya que comienzan a surgir sondeos que lo muestran peleando el segundo lugar con Ricardo Alfonsín, y en algunos de ellos incluso estando detrás de la presidenta Cristina Fernández, que viene bajando paulatinamente en los números con respecto hace un mes atrás. Pareciera haber dado en el clavo la estrategia duhaldista de buscar instalar en la gente la idea de que el ex presidente es la única salida viable a ocho años de kirchnerismo, ya que un sector de la población ha vuelto a tener la imagen del lomense como el más capacitado para dirigir los destinos de la Argentina en épocas de crisis, tal como lo supo hacer después de la debacle vivida en el año 2001. En las últimas horas, ha causado furor en la tropa del ex mandatario nacional los números dados a conocer por el prestigioso sociólogo Julio Aurelio, que en una muestra originada en la ciudad de Buenos Aires entre los días 27 y 28 de julio en 800 casos, lo muestran a Duhalde en el segundo lugar, a siete puntos porcentuales de distancia de Ricardo Alfonsín que lo sigue en el tercer puesto. El sondeo marca que la presidenta Cristina Fernández estaría en el primer lugar con 36,1 por ciento de las adhesiones porteñas. Detrás aparece el mencionado Duhalde, quien estaría con una intención de voto de 21,1 puntos porcentuales. En tercer puesto se ubicaría el hombre de la Udeso (Unión para el Desarrollo Social), Ricardo Alfonsín con 15,3 puntos; seguido por la titular de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, con el 8,2%; el referente del Frente Amplio Progresista, Hermes Binner, con el 6,9%; y el gobernador puntano Alberto Rodríguez Saá con el 3,6%. Las cifras recogidas por la encuestadora que dirige Julio Aurelio desmienten la presunción fomentada por voceros del Gobierno que indica que la Presidenta está en condiciones de conseguir “muchos más votos que Filmus” en el distrito. El senador logró el apoyo del 35,7% del electorado en la Ciudad y la proyección de Aresco le asigna apenas 0,4% más de intención de voto a Cristina. Los datos de esta encuesta han hecho sobresaltar los ánimos del kirchnerismo, ya que Eduardo Duhalde nunca tuvo una gran inserción en el electorado porteño, y estos números lo dejan como el candidato opositor mejor posicionado ante la influyente Clase Media para pelearle el poder a Cristina Fernández, cosa que preocupa y mucho en la Casa Rosada. Una característica esencial del lomense a lo largo de toda su trayectoria pública, ha sido sin duda la gran obsesión con la que suele enmarcar cada uno de sus actos, los cuales son pensados con mucha antelación y revisados todos ellos hasta el más mínimo detalle. La tarea central en la que se haya inmerso hoy en día el bonaerense es en focalizar todo el pensamiento anti-K dentro del PJ en un mismo sentido. Hace unos meses atrás, desde esta agencia de noticias decíamos que Duhalde está convencido que le debe dar su último acto personal a la Nación, y que el mismo consiste en no dejar que el kirchnerismo esté en el poder más allá del 2011, y por lo tanto hará todo lo que esté a su alcance para no permitir la perpetuidad K. Son estos mismos tiempos lo que han despertado un profundo dolor de cabeza en el núcleo más duro del oficialismo, que mira de reojo el armado duhaldista, ya que teme que muchos de aquellos que hoy todavía están dentro del universo K crucen la cerca y pasen a revistar en el futuro junto a su ex jefe político, por lo cual intentan parar este andamiaje del bonaerense y cortarlo de llano antes de que sea demasiado tarde para ellos. Duhalde ha arengado a su tropa al decir "tenemos que organizarnos y darle identidad al ejército", y los números de sondeos como los de Aurelio no hace más que entusiasmar a un Duhalde que busca retornar al poder tras haber sacado, como él mismo dice en un libro de su autoría, a la Argentina “del infierno”.
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