El diario Clarín tituló "El Gobierno insiste en que no tiene en mente la reforma constitucional", en una nota firmada por el periodista Guido Braslavsky. Allí dice: Con el “Cristina eterna” lanzado hace unos meses por el ultrakirchnerismo, y luego del contundente respaldo que obtuvo la Presidenta en las primarias del domingo, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, se apuró ayer en cortar de cuajo las especulaciones de que el Gobierno podría avanzar en una nueva reforma constitucional que busque habilitar una eventual re-reelección de Cristina Kirchner en 2015. Luego de los comicios, referentes de la oposición salieron a buscar apoyo para sus listas parlamentarias advirtiendo sobre la necesidad de “poner límites al kirchnerismo” ante el riesgo de que el Gobierno recupere el control de las dos cámaras del Congreso e impulse una reforma de la Carta Magna. Pero según el ministro coordinador, esa idea de una segunda reelección no está “ni en la cabeza de la Presidenta”. En un raid de declaraciones matutinas a varias radios, el ahora candidato a senador por Buenos Aires reiteró el catecismo de la prudencia ordenado por Cristina. Se focalizó en las elecciones de octubre y afirmó que “el que crea que esto está resuelto está confundido, va a errar de medio a medio”. La idea de una reforma constitucional no parece estar ahora en cabeza de los funcionarios quienes aún siguen de festejo y digiriendo la posibilidad –que el domingo se mostró concreta– de seguir por otros cuatro años en el Gobierno. Algunos admiten que no les disgustaría una reforma, aunque aclaran que hablan a título personal y que los cambios deberían hacerse no pensando en la re-re de Cristina sino “en el país a cincuenta años” . Por lo pronto, el objetivo del oficialismo es traducir la avalancha de votos de las primarias en apoyo a sus candidatos a legisladores para intentar recuperar el quórum propio en la Cámara de Diputados. El kirchnerismo debe renovar en este turno 51 bancas propias, y sus aliados 20. Si repitieran en octubre los porcentajes del domingo lograrían renovar todas esas bancas y sumarían 15 más, llegando a 125, a solo 4 del quórum propio . En el Senado el panorama es mejor para los K porque Carlos Menem tiene serias chances de renovar su banca por la minoría en La Rioja, y su voto sería clave para que el oficialismo mantenga mayoría en ese cuerpo. Fue justamente Menem quien en 1999 exploró sin éxito la idea de otra reforma que le diera la posibilidad de la re-re. A fines de febrero, la diputada ultraoficialista Diana Conti blanqueó que en el kirchnerismo muchos tienen “ el deseo de una reforma constitucional porque quisiéramos una Cristina eterna”, aunque reconoció la necesidad de “contar con consenso”. Es que se necesitarían dos tercios de los votos en ambas Cámaras para impulsar una reforma. El juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni, de afinidad con el kircherismo, hace años que postula una reforma constitucional para salir del sistema presidencialista y pasar a uno parlamentario . Si vence en octubre, no se descarta que el “cristinismo” promueva una reforma acoplándose al proyecto de Zaffaroni, de manera de que Cristina pudiera continuar más allá de 2015. O, de mínima, para blandir esa carta y evitar así que se anticipe una dura disputa por la sucesión.
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