La canasta básica total que mide la consultora Evaluecon superó en julio los $5.000. Según sus cálculos, para cubrir los consumos típicos de una familia de clase media compuesta por una pareja y dos chicos en edad escolar se necesitan $5.009, suma que permite “no sentirse pobre”. En tanto, la inflación fue del 2,66%. El asunto no es menor si se tiene en cuenta que ese valor es el que marca, para muchos sectores gremiales, el monto a superar al momento de reclamar incrementos salariales. Y demuestra la marcada diferencia que hay con los datos del Indec nacional, cuya última medición arrojó que la misma Canasta Básica Totas es de apenas $1.314,16. Si se tiene en cuenta el valor de los meses de julio desde 2007 a 2011, se tiene que la CBT creció más del 120%, ya que en aquella época, para no ser pobre el ingreso familiar debía ser de $2.272, lo que demuestra el fuerte encarecimiento de la canasta. Frente al mismo período, pero del año pasado, el crecimiento ha sido de casi mil pesos, ya que en julio de 2010, la CBT fue de $4.041 (una suba del 24%). Casualmente, para esta misma época del año pasado, la noticia fue que este monto “había superado los $4.000", lo que indica una lamentable coherencia en el ritmo del crecimiento inflacionario. Entre los principales aumentos que incidieron en la nueva CBT se encuentran los combustibles (YPF encabezó la suba del 5% promedio, seguido luego por Shell); también el GNC creció de precio, lo que implicó que andar fuera más caro en julio. También el rubro “alimentos y bebidas", que conforma casi el 40% de los consumos de cualquier familia, tuvo sus aumentos, sobre todo en productos como los lácteos, el pan, los huevos y las legumbres, entre otros. El esparcimiento también se incrementó el mes pasado, teniendo en cuenta que la demanda fue alta, debido a las dos semanas de vacaciones invernales. En este sentido, los pasajes de larga distancia también tuvieron valores más altos. Evaluecon calcula el nivel de gasto y consumo de familias representativas de la clase media. Así, releva lo devengado en alimentos y bebidas –en julio rompió la barrera de los $3.000–, alquiler, impuestos y servicios, indumentaria, atención médica y gastos para la salud, transporte y gastos varios. “Este mes se dio un especial ‘efecto aguinaldo’ sobre el consumo y los precios que ayudaron al crecimiento de la inflación. El aguinaldo siempre va a parar al consumo”, explicó José Vargas, titular de Evaluecon. El informe consigna además que “con los electrodomésticos para calefaccionar el hogar sucede algo similar, más teniendo en cuenta la gran cantidad de ofertas de préstamos personales que hay en el mercado”. La inflación de julio, en tanto, fue del 2,66%, índice que al compararlo con el del mes anterior aumentó 0,35%. Respecto del acumulado en los últimos 12 meses, el índice ya llega al 26,6% y en lo que va de 2011 alcanza el 16,42%. Los expertos de Evaluecon coinciden en que “en este mes se ha notado un acercamiento en el porcentaje de aumento de los productos masivos, selectivos y premium. Años anteriores la diferencia entre estos tres tipos de productos era bien marcada, pero hoy esa brecha se fue achicando, llegando a ser (en muchos casos) mínima. Es por ello que observamos cómo la mayoría de las políticas económicas, fiscales y monetarias exacerban más la inflación. Es entendible en un año electoral en Argentina, pero el límite es peligroso”.
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