La Secretaria de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Carla Campos Bilbao, encabezó hoy un encuentro con estudiantes en la Universidad Nacional de Luján (UNLU). Campos Bilbao ofreció una disertación en el marco del Curso de Posgrado en Extensión Rural y Agricultura Familiar, que la casa de altos estudios lujanense desarrolla para egresados de la carrera de Ingeniería Agrónoma. Ante un auditorio integrado por alrededor de 40 ingenieros agrónomos, la funcionaria nacional destacó la apertura de una capacitación de posgrado dedicada a la agricultura familiar “porque eso significa que se tomó real dimensión de lo que representa el sector en el esquema económico de la Argentina”. Aseguró que “la agricultura a pequeña escala es un área estratégica para el Gobierno que encabeza nuestra Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, porque la consideramos garante de la ocupación del territorio de manera equilibrada, la producción de los alimentos que consumimos los argentinos y la generación de una importante cantidad de puestos de trabajo”. Campos Bilbao indicó que desde el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, que conduce Norberto Yauhar, existe “una política estable para fomentar el desarrollo rural inclusivo, el fortalecimiento institucional y la ocupación territorial” y que, en ese sentido, se genera “un espacio específico de trabajo para la agricultura familiar”. Para graficar la relevancia de la agricultura a pequeña escala en el escenario de la economía rural argentina, explicó que este sector, con la concentración de sólo el 13 por ciento de la superficie productiva del país, aporta el 80 por ciento de los alimentos para el consumo interno y genera el 75 por ciento de la mano de obra rural nacional. Este sector productivo de la Argentina fue uno de los que más padeció las consecuencias de la notoria exclusión provocada por modelo económico globalizador. Con fuertes indicadores de pobreza e indigencia, e índices de desocupación que superaban el 50 por ciento en algunas regiones, desde el año 2003 comenzó un proceso de recuperación basado en “la acumulación económica, la redistribución con equidad y el fortalecimiento institucional”, dijo Campos Bilbao. En tal sentido, explicó que el principal objetivo del trabajo en la Secretaría es “integrar a los pequeños agricultores, de recursos limitados, a los circuitos de la economía argentina”. “A través del aporte de tecnología e infraestructura, el Estado contribuye a mejorar las condiciones de trabajo de los productores, y generar agregado de valor que garantice calidad y la inclusión de estos actores en los circuitos de comercialización formal”, resaltó. La titular del área de Agricultura Familiar también sostuvo que “la inclusión de los pequeños productores en las cadenas productivas y de comercialización consolidadas es lo distintivo que se puede aportar al mundo”. “Hoy podemos discutir en ámbitos internacionales, como el G-20, la provisión de alimentos al mundo desde nuestra región latinoamericana. Hoy Argentina se relaciona con el ‘primer mundo’ desde la provisión de productos y capacidades”, aseveró. Campos Bilbao también subrayó que en el cumplimiento de esos objetivos “se trabaja de abajo hacia arriba, respetando la lógica de las economías de cada territorio y generando los instrumentos de inclusión que son necesarios en cada caso”. Así, ejemplificó con una cita a la situación de la provincia de Misiones que, en base a un trabajo conjunto con el gobierno provincial y los municipios, experimentó notables avances en el autoabastecimiento de alimentos: en la actualidad la provincia genera localmente el 70 por ciento de los productos que consumen los misioneros, mientras que una década atrás importaba de otras regiones el 90 por ciento de los alimentos. Asimismo, la funcionaria valorizó la posibilidad de “diversificar la producción en todas las cadenas, porque eso nos protege de los vaivenes y las crisis que pueda atravesar cada producción”. En tal sentido profundizó al señalar que parte de lo que obtiene el Estado por las retenciones a las exportaciones de vinos, se aplica a la creación del Fondo del Vino, el cual se aplica en políticas de inclusión productiva para pequeños viñateros de todas las provincias elaboradoras de vino, desde Mendoza hasta Salta o Río Negro. La ingeniera agrónoma Campos Bilbao, quien obtuvo su título de grado en la UNLU, recibió el saludo del Vicerrector de la institución, Hernán Alberto Bacarini, y la Decana del Departamento de Tecnología, Susana Leontina Vidales.
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