Ya la información no pasa por la Casa de Gobierno. Los medios tradicionales han sido desplazados por las nuevas formas de comunicación. La aparición de nuevas radios y el reposicionamiento de otras, como los sitios digitales, han corrido al discurso oficial. Ya dicen que se viene una SAPEM de medios de comunicación y por encima que no ha sido oficializado, todo puede suceder. Hay que recordar que el canal TV Vida -con su dueño Roberto Dávalos- se quiso presentar como el difusor de las políticas oficiales, hasta que un día el "dueño de la caja" se enojó con el referente de la Fundación REDES (Dávalos) por su mal asesoramiento en materia de minería ante el conflicto de Famatina, que tuvo el resultado más fácil: acusar al gobierno y despedir personal. El próximo paso, si no aparece un inversor, puede ser el cierre, con todo eso lo que significa. Ese el caso más vivo que hoy está en la sociedad, que ya no rige su opinión en torno a la agenda oficial. Este miércoles, la tapa sobre la repatriación de “el tronco de El Chacho” no pudo contra la iniciativa de la municipalización del sistema de salud, que se trató el martes en el Concejo Deliberante. Lo que se habló del “tronco” fue todo de manera irónica, más que no se sabe dónde se colocará, mientras que el ministro de Salud, Juan Luna Corzo, debió utilizar medios cercanos al gobierno para contrarrestar la idea del concejal quintelista Ernesto Pérez, el mismo que planteó la creación de la Policía Municipal. El dial ha cambiado por encima de lo que se pueda promocionar y favorecido también por los cambios inoportunos de conductores matinales. Ese mal paso fortaleció a las radios nuevas y la aparición de otras, que ya hacen su propia agenda periodística, más allá de lo que sucede en la Casa de Gobierno, la Legislatura o la Residencia Oficial. Hoy en los medios emergentes se habla de la situación de la salud e inseguridad, como la minería, que en los tradicionales nada se escucha. Los dos primeros temas son de discusión diaria en cada uno de los hogares, es decir que no es de asombrarse. Y luego está la problemática con la política minera, que volvió al tapete tras la amenaza con la posible venta del agua del río Blanco y ahora con la autorización de exploración minera en la reserva natural Laguna Brava. Eso ha llegado al oyente a prestar más atención y solo ver cada mañana los avisos clasificados y la sección de fúnebres de los diarios, según estudios realizados en la provincia. La saturación de publicidad oficial en Canal 9 además ha llevado a los televidentes ha buscar otros canales, ya sea por cable o por el sistema Directv. Mientras que las redes sociales son el termómetro de lo que se puede escuchar en las calles, sin ver ninguna encuesta, que hoy están de moda. En el interior se podría decir que la presión oficial es mas fuerte en sus respectivos departamentos, pero el surgimiento de radios y el Facebook se dan a conocer hechos o críticas. Hay que poner como ejemplo lo que sucedió con la falta de agua en la localidad chileciteña de Anguinán, como la preocupación de los habitantes de Anillaco por el recurso hídrico por la empresa de caviar y esturiones. Los dos temas surgieron por radios, que a través del discurso oficial no son seguidas por los oyentes. Sin embargo, ya han tenido su espacio en la agenda periodística. Por eso, hay que aplaudir la llegada de los “nuevos” medios ya que democratiza el éter, aunque la comunicación todavía se quiere ver como en la década del ´90.
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