El mandatario dice que a los riojanos no les queda otra que vivir de la minería y culpa a la oposición de armar una operación con el Famatina, que “es un cerro donde no vive gente”. Del neoliberalismo al auge económico actual en la provincia que gobierna. Dice el refrán que Dios está en todas partes, pero atiende en Buenos Aires. La frase, que puede sonar graciosa, en los tiempos que corren tiene mucho de verdad. Por caso, el gobernador de La Rioja, Luis Beder Herrera, aterriza en la Capital todos los miércoles y va de reunión en reunión con funcionarios y ministros. “Vengo todas las semanas porque tengo una respuesta del gobierno nacional básicamente en obras. Esto significa que estamos cada vez más integrados, nos sentimos más argentinos todos, nos contienen más. Antes para qué íbamos a venir”, cuenta a Veintitrés.
–El 2012 comenzó convulsionado en La Rioja con todo el tema del Famatina y la megaminería. ¿Qué enseñanzas le dejó el conflicto?
–En La Rioja no existe ni existió ninguna explotación minera. Si no hay ni siquiera exploración, menos va a haber explotación. Ellos decían que se iban a quedar sin agua, pero nunca sucedió nada, porque nunca se iba a hacer nada. Fue una movida política, montada por la oposición y los medios. Es un cerro en donde no vive gente, fue algo más simbólico.
–¿Por qué sostiene que fue una operación?
–Porque en nuestra provincia aún no llegó la minería, ni la mega ni la mini. Por supuesto que con el tiempo seremos una provincia minera, porque es lógico, es el único recurso que tiene La Rioja para vivir.
–Luego del episodio del Famatina se abrió un debate en torno de si se puede vivir sin la minería. ¿Qué piensa al respecto?
–Sin la minería no estaríamos ni sentados acá. Hay que preguntarles a los antimineros cómo se hace para vivir sin minería. Yo la tengo clara. No hay ningún líder del mundo que defienda la antiminería.
–Con la excusa del día de la lealtad peronista, usted organizó un acto en el que reunieron a 20.000 personas y en el que apoyaron la gestión de Cristina…
–Nosotros somos absolutamente oficialistas y apoyamos a Cristina. Este es un gobierno nacional, popular y revolucionario porque vino a transformar la realidad. Está logrando combinar crecimiento con inclusión. Cómo no vamos a apoyar este gobierno si La Rioja ha crecido mucho desde el 2003, como también ha crecido todo el país. Hicimos muchísimas viviendas, escuelas, hospitales, se ha dinamizado la economía de La Rioja. Hay mucho consumo, le hemos dado una impronta productiva porque en nuestra provincia no existe un mercado de capitales. Entonces hemos ideado sociedades anónimas con acciones del Estado y estamos produciendo tomates, pollos, cerdos, aceites de oliva, vino y tenemos las principales empresas de Internet del país.
–¿En qué otras cuestiones se notan los cambios?
–Estábamos últimos en calidad educativa, y ahora estamos en los primeros lugares. Para mí y para nuestro gobierno la educación es una de las principales políticas de Estado. Yo sé que eso no da réditos inmediatos, pero sé que estamos construyendo para el futuro con la mejor manera de incluir. Los sueldos de los maestros son muy buenos y tenemos un programa para que los chicos de primaria y secundaria tengan sus propias computadoras, además del plan nacional Conectar Igualdad.
–Usted habla del pasado y resulta ineludible pensar en el ex presidente riojano, Carlos Menem…
–Él es una persona querida en La Rioja y goza del cariño de la gente. Si bien ahora no milita, no está y no hace declaraciones, cuando sale a la calle la gente lo saluda con mucho cariño y respeto.
–¿Pese a que desde el gobierno nacional se habla de esa época de manera peyorativa?
–Pese a eso. Pero no nos tenemos que olvidar que la mayoría de los peronistas que están ahora, han estado en la época de Menem.
–¿Cree que desde Buenos Aires se habla del interior muchas veces sin saber?
–Totalmente. No tienen idea. No saben, no es que hablan sin saber, no tienen ni idea. Porque yo prendo allá la televisión y han penetrado tanto los medios, que nosotros sabemos el problema del subte, si llueve, si no llueve, que a la tarde va a salir el sol en Buenos Aires. Nos tienen hartos con eso. Por eso apoyo la Ley de Medios. Porque permite la diversidad, va a federalizar en mucho porque nos pide a las provincias hacer nuestros propios contenidos.
–En ese sentido, el Gobierno tomó medidas para favorecer la producción nacional. ¿Cómo lo ven desde La Rioja?
–Acá en Buenos Aires se quejan porque no dejan importar tal o cual repuesto o tal o cual cosa ¡pero se está defendiendo la industria nacional! ¿Cómo vamos a estar importando toallas, ropa, sillas? Ahora hay problemas porque no dejan comprar dólares. Pero yo creo que con mucho esfuerzo se atesoró una cantidad determinada de dólares.
–Hablando de industria nacional, otro de los conflictos en La Rioja fue a raíz del supuesto cierre de la fábrica de aceitunas Nucette. ¿Cómo se resolvió?
–La fábrica no cerró ni va a cerrar porque tanto el gobierno nacional como el provincial la están ayudando. La hemos ayudado toda la vida. Hay un problema porque Brasil es el comprador fundamental de nuestros productos y ahora Brasil consume mucho menos, a causa del impacto de la crisis internacional. Muchos medios decían que la culpa, como siempre, era de Guillermo Moreno. Pero él no tiene nada que ver, ¿qué puede tener que ver él?
–Durante el primer gobierno de Néstor, él llamó a construir la transversalidad, que luego se disipó. Hoy, Unidos y Organizados parece reeditar ese movimiento que en su momento molestó al PJ. ¿Qué opina?
–El peronismo está reverdeciendo con este gobierno nacional, y los que conocemos profundamente el peronismo ahora nos acordamos mucho de la época de Perón. Sólo en esos tiempos se fabricaba tanto como ahora. Entonces, en el ancho camino popular estamos todos, pero el noventa por ciento es el peronismo. El peronismo ha puesto los muertos, los desaparecidos, ha puesto la militancia, la ideología, la doctrina y ha puesto los votos. Que existan otros movimientos me parece fantástico.
Fuente: Revista Veintitres
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