El 27 de octubre del año 2010, fue para quienes militamos en política un punto de inflexión difícil de describir. Sentimos que realmente la política, la militancia y nuestro país no sería el mismo. No nos equivocamos, ningún político de nuestro país pudo conseguir el enamoramiento hacia la política como aún Néstor, después de su partida, puede seguir congregando. Afortunadamente, los que pertenecemos a este proyecto político que comenzó a gobernar desde el año 2003, tenemos en su compañera, nuestra presidenta Cristina, la capacidad, la militancia y la valentía para continuar transformando a la Nación en el país con el que siempre soñamos. Al asumir Néstor Kirchner la presidencia de la Nación, le dio a nuestro país el giro que necesitaba para convertirnos en un país realmente soberano. Encaró con una valentía incomparable las políticas de Estado que son un emblema nacional en el contexto internacional. Las acciones concretadas en materia de Derechos Humanos, como la renovación de la Corte Suprema de la Nación, el impulso a la declaración de inconstitucionalidad de los decretos de indultos a los genocidas, la declaración de nulidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, motivaron que este Senado de la Nación apruebe en forma unánime el proyecto de declaración N° 546/12 de mi autoría, por el que se distingue al ex presidente Néstor Kirchner como al Presidente de los Derechos Humanos por su incansable gestión en pos de la Verdad, Memoria y Justicia de los miles de muertos, desaparecidos y víctimas de la última dictadura militar. Ese presidente, que asume en el año 2003 con sólo el 22% de los votos, es a quien hoy, en el segundo aniversario de su fallecimiento, quiero rendirle homenaje por su incansable tarea de recuperación de nuestro país incluyendo en él a cientos de miles de argentinos que estaban marginados. Los que tuvimos la suerte de militar con él, porque creímos en él desde el principio, somos los que tenemos la mayor responsabilidad de cuidar el legado que nos dejó, acompañando a Cristina en esta difícil tarea de enfrentar los ataques de quienes les molesta un modelo de país más inclusivo y federal. Querido Néstor, siempre te recordaremos como el presidente que demostró al mundo que somos un país con integridad, que honra a sus muertos y desaparecidos, que cree que la Verdad y Justicia es posible y que afronta los compromisos soberanos con dignidad. Nosotros con Cristina, seremos los encargados de mantener vivo tu recuerdo y de cumplir con ese sueño de país cuyos ideales, así como lo dijiste en un memorable discurso, no terminan en la Casa de gobierno.
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