Tener el apoyo del presidente y el respaldo del gobierno nacional no parece ser, en la Argentina de hoy, garantía de nada. Vaya si lo comprobó en carne propia el destituído gobernador Ángel Maza, super respaldado, elogiado y apoyado por todo el gabinete de Néstor Kirchner. Pero si algo faltaba para demostrar que la "bendición" del mandamás nacional no tiene demasiado valor para la gente, ocurrió el domingo. Si bien es cierto que la ciudadanía porteña y neuquina no padece las nefastas consecuencias de la dependencia patética de los fondos nacionales como debe sufrirlo la riojana, el mensaje que ambos distritos dieron en las urnas parece marcar una tendencia. Ni Capital Federal -autosuficiente- ni Neuquén -petrolera- se parecen en lo mas mínimo a La Rioja. Pero la forma en que la ciudadanía votó el domingo, demuestra que la influencia del poder político del presidente no alcanza para inmunizar a referentes locales. En ese contexto, la dirigencia política local ya ha comenzado a preguntarse si tiene demasiada importancia seguir luchando por una foto con Néstor Kirchner o algunos de sus ministros, en vez de sentarse a elaborar una propuesta concreta y posible para el sufrido electorado local. Encima, si finalmente el senador Carlos Menem decide presentar su candidatura a gobernador, aparecer demasiado pegado a Kirchner no parece una idea inteligente, especialmente porque, a diferencia del patagónico, el veterano de Anillaco goza del cariño y la simpatía de los riojanos, un elemento que puede resultarle "esencial" si se larga tras la Gobernación.Además, si Menem asume el rol de candidato, es muy probable que el kirchnerismo mire aquí para otro lado y, al menos el presidente y sus mas directos colaboradores, no arriesguen apoyo alguno. Es que el sector definido aquí como kirchnerista, está dividido en tres "ramales" ampliamente diferenciados y enfrentados entre sí. Por un lado el bederismo que no logra recibir la "palmada" de cariño del santacruceño, la "renovación" mazista-quintelista que dice tener apoyo pero arrastra con el antecedente de lo que le ocurrió al ex gobernador Maza mientras la Nación miraba para otro lado y el yomismo indeciso que hoy arma una alianza que mañana rechaza. Ante ese panorama confuso y peleado, es muy probable que Néstor Kirchner decida no arriesgar una nueva posible derrota que se sumaría a la de Capital Federal -por mas decoroso que haya sido el papel de Daniel Filmus-, de Neuquén y, tal vez, de otros distritos en donde la línea presidencial no hace pie con candidatos locales. Así las cosas, se abre en la provincia una etapa de debate en la que, de un modo u otro, todo vuelve a girar sobre la eventual candidatura de Carlos Menem, quien recién estaría confirmando su decisión a mediados de junio y no durante esta semana como se había previsto originalmente. Digan lo que las encuestas quieran decir, no será lo mismo el escenario electoral con Menem candidato que en el llano. Eso está claro para todos, incluso para quienes advierten que la candidatura del senador puede perjudicar mas a un sector que a otro. Junio, que este lunes arranca formalmente, será un mes de definiciones importantes. Son definiciones que deben tomar los políticos. Es de esperar que lo hagan pensando en la gente. Aunque sea un poquito. Gentileza (www.riojavirtual.com.ar).
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