La noche del martes en Chilecito se vio decorada con pancartas, banderas y carteles que decían “la vida vale más que el oro”, "Preferimos el cianuro que a nuestros gobernantes", entre otros, según informa El Diario de Chilecito. Unos 200 metros de manifestantes se hicieron presentes para pelear por la explotación del Famatina. Escraches políticos, abrazos simbólicos y gritos de guerra fueron los protagonistas de la noche. Mientras tanto, este miércoles, ambientalistas convocaron a Plaza 25 de Mayo, en la ciudad de La Rioja, para repudiar la derogación de la ley de prohibición minera. Bajo el lema “El Famatina no se toca: es un bien social como el agua”, realizarán talleres públicos para confección de pancartas y afiches. También emitieron un pronunciamiento en contra del Gobierno de Luis Beder Herrera. En la movilización, ciudadanos de todas las edades, abuelos con sus nietos, padres con sus bebés en cochecito, amas de casa, profesionales, municipales, maestros y comerciantes, representaron a los pueblos de Famatina, Chilecito y Villa Unión. Brillaron por su ausencia los políticos que siempre se hacen ver en épocas de elecciones, como si fueran ciudadanos de otra provincia, no se hicieron presentes, no dieron su apoyo a los vecinos. Podríamos decir que fue una coincidencia, y que no es obligatoria su presencia, debido a que otras miles de personas se quedaron en sus casas, mientras otras, considerándose vecinos activos, salieron a caminar por las calles gritando frases de guerra, “con la vida de nuestros hijos no se juega”, “no vamos a entregar lo más valioso que tenemos en nombre del progreso”, dice el medio chileciteño. Brilló por su ausencia el intendente Lázaro Fonzalida, el viceintendente Luis Soteras, los concejales, el intendente de Famatina Bordagaray y Hugo Páez de Villa Unión, los diputados provinciales y nacionales, en síntesis, no hubo representantes políticos. Solo estaban los vecinos, que sin intereses personales, y con una unión jamás vista en una expresión como esa, se hicieron ver y oir. Aunque hacía frío, la manifestación se llevó a cabo al aire libre y duro dos horas, los vecinos aguantaron con el calor que sentían por dentro, caminando y aplaudiendo. Abrazaron el Concejo Deliberante, pidiendo que no se “toquen” las ordenanzas actuales que protegen el medioambiente, ni para mal ni para bien. Se reservaron el aliento y las palabras de descontento para con el ex concejal, hoy diputado provincial, Julio Pedroza. Fueron a su domicilio y le gritaron “traidor”, le tiraron naranjas y huevos, por encima de la protección de siete efectivos policiales. Pidieron su revocatoria popular, al igual que a la concejal Viviana Romero y cantaron el himno provincial a toda voz. La noche del martes 12 de agosto, quedará impresa en la memoria de los más de 2.000 ciudadanos “responsables”, que fueron a demostrarle a los “irresponsables” políticos de la provincia, que aunque los aprieten con despidos masivos, aunque les dibujen que su provincia es pobre, no van a entregar lo único que tiene valor en sus vidas: “su futuro”.
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