El gobierno provincial firmó este miercoles, en horas del mediodía, un convenio con la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), para la prospección, exploración y evaluación de depósitos de uranio en la provincia de La Rioja. En caso de avanzar hacia una etapa de explotación, la provincia recibirá el porcentaje del 50% de los recursos minerales que se extraigan. La CNEA solicitó 12 áreas de estudio, de las cuales ya se trabaja en una, ubicada a 12 km. de la localidad de Sanagasta. Los especialistas desmitificaron los riesgos de la actividad. El acuerdo fue firmado por el gobernador Beder Herrera y la presidenta de la CNEA, Luisa Boero. También tomaron parte del acto el secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral; la vicegobernadora Teresita Luna; el gerente de Exploración de Materias Primas de la CNEA, Roberto Bianchi; el subgerente de Coordinación de Estudios Geológicos, Juan José Sarco; diputados nacionales; diputados ; intendentes, ministros; secretarios, entre otros. Tras la firma, el gobernador Beder Herrera destacó el prestigio y la capacidad profesional, a nivel nacional e internacional de los funcionarios que arribaron a la provincia y resaltó que "nadie mejor que ellos para hablar de este tema". El mandatario precisó que se firmó un convenio marco y que además está dando cumplimiento a una promesa de campaña y, en ese sentido, recordó que "le dije a la gente que no soy ambientalista, pero voy a cuidar el medio ambiente como nadie, pero también dije que nos interesaba la parte económica, el beneficio que los minerales le pueden dar a la sociedad y al Estado". El titular del Ejecutivo remarcó que el porcentaje de utilidad de explotación del 50% es algo inédito en el país y reconoció el esfuerzo de la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, del ministro de Infraestructura, Julio de Vido y de la Secretaría de Minería de la Nación para llegar a este acuerdo."Este convenio marca un perfil, un inicio de la posible utilización responsable del uranio, dentro del marco del cuidado del medio ambiente y las personas", puntualizó y añadió que su deseo es que se realice un debate serio, "para que la gente pueda evacuar sus dudas y perder el miedo que siente por este tipo de actividades. Pero sin asumir posiciones dogmáticas, de esto o nada, porque no nos lleva a ningún lado". Por su parte, el gerente de Exploración de Materias Primas de la CNEA, Roberto Bianchi; explicó que la CNEA solicitó a la Dirección de Minería de La Rioja, 12 áreas de cateo, ubicadas sobre los cordones orientales de las sierras del Velzaco y Famatina. Una de ellas es el cateo denominado El Gallo, en el departamento Sanagasta, donde se comenzó estudiando un área de 64 km2 y hoy se delimitó a unos 4 o 5 km2. Bianchi destacó que en ese lugar están conluyendo los trabajos de exploración de superficie y agregó que las etapas de estudios geológicos para determinar la mineralización del uranio u otros elementos, requieren de una serie de pasos, como la prospección, que permite determinar la potencialidad y los sectores con enriquecimiento. "En esos sectores enriquecidos se efectúan luego trabajos de exploración, con diferentes técnicas. En el cateo El Gallo ahora se va a avanzar en la etapa de exploración propiamente dicha, con perforaciones, para ver si podemos encontrar la misma o mayor cantidad de mineral enriquecido", señaló Bianchi. Posteriormente, el subgerente de Coordinación de Estudios Geológicos, Juan José Sarco, manifestó que de las 12 áreas solicitadas por la CNEA, solo se está trabajando en una, porque las otras están en etapa de aprobación del informe de impacto ambiental y agregó que los datos obtenidos hasta acá, no permiten determinar aun el tamaño, la cantidad y la profundidad y la forma de los cuerpos, porque para ello hay que perforar. Los datos de superficie indican la existencia de entre 150 y 300 gramos de uranio por tonelada de roca, lo que es significativamente bajo, especialmente si se los compara con otros lugares del país, como la Patagonia, con concentraciones de hasta 20 kilos por tonelada o Mendoza, con valores de 1 kilo por tonelada. Pero aun así hay expectativas de una alta cantidad de uranio existente, de un depósito importante, que es lo que se va a determinar con las perforaciones. Esta etapa puede demandar de 3 a 5 años, siempre que se vayan dando resultados favorables. Sarco también explicó que el volumen de agua utilizada en minería de uranio es muy pequeño, de 10 a 100 veces menos que las explotaciones de cobre u oro, gracias a un método desarrollado por la CNEA, que permite que la cantidad de agua utilizada para el uranio de todo el país equivale a una 15 hectáreas de frutales, regadas durante un año. Por lo que los productores de la zona no corren ningún riesgo, tanto por la cantidad del agua como por la inexistencia de elementos de contaminación, de acuerdo a estudios serios y responsables efectuados por al CNEA. El secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral, descartó que exista algún evento que pueda perjudicar el medio ambiente o la vida de las personas y agregó que "no estamos inventando nada, sino poniendo en valor los recursos naturales existentes". El funcionario recordó la política impulsada en esta materia en los años 50 del siglo pasado en el país, que puso a la Nación en el grupo de 10 naciones que manejaban energía nuclear, lo que luego paulatinamente se fue perdiendo y hoy estamos tratando de recuperar, con el objetivo de sustentar el formidable crecimiento del país de los últimos tiempos. "Argentina va a crecer por 6º año consecutivo en sus casi 200 años de existencia y crecer significa asumir el desafío de agrandar la matriz energética, generando inversiones en infraestructura básica que acompañen el modelo de crecimiento de industrias que tiene el país, con la generación de energías que no estaban siendo correctamente utilizadas, como la núcleo eléctrica, el uso del carbón, o como lo está planeando, mucho y bien, La Rioja, con energía eólica", enfatizó. Mayoral también destacó que el país posee los recursos humanos, generados por la universidad pública, necesarios para lograr este desarrollo y resaltó la existencia de la ley 24585, que establece estándares de cumplimiento internacional que deben necesariamente cumplirse. "La idea es trabajar en conjunto, entre provincias y Nación, para que la CNEA, lleve adelante sus proyectos y la sociedad pueda conocer y monitorear cada acción que se realice. No hay nada que ocultar, hay que quitar miedos y mostrar que así como el país tuvo durante mucho tiempo un modelo extractivo productivo de uranio, lo puede volver a tener, con el valor agregado de que ahora existe mayor tecnología y un marco legal sólido para cumplir", apuntó. El funcionario expresó que "estamos construyendo una nueva Argentina, productiva, con posibilidades, federal, con desarrollo de economías regionales" y agregó que los beneficios de la actividad minera permitirán mejorar la calidad de vida de los habitantes de la provincia. Por último, la presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica, Luisa Boero, señaló que los días 25 y 26 de agosto vendrán a la provincia técnicos especializados, para brindar una explicación y evacuar las dudas que la gente plantee, para que sepan que no se contamina con esta actividad y que existen controles estrictos para garantizar que todo se desarrolle sin inconvenientes. El convenio establece la regulación la participación conjunta entre la CNEA y la provincia en la actividad minera que comprende la prospección, exploración, evaluación, estudios de factibilidad económica de explotación de minerales nucleares y una eventual explotación, en las áreas mineras que posean la provincia o la CNEA. También se destaca que la provincia, en caso de explotación, será poseedora del 50% de los recursos minerales que se extraigan, por ser esta propietaria constitucional del recurso minero, porcentaje que no podrá ser disminuido por ningún motivo. El restante 50% pertenecerá a la CNEA, la que también aportará el know how, la colaboración y dirección científico técnica en los estudios que se realicen. La CNEA presentará un informe trimestral de los trabajos efectuados. Los fondos para los trabajos serán aportados por la Nación y las obras de infraestructura que se construyan, una vez que cesen las actividades, quedarán en manos de la provincia. El convenio tendrá una duración de 3 años y podrá ser renovado por períodos similares
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