Los gobernadores de las provincias que concentran la mayor parte de la población del país reclamaron a la presidenta Cristina Kirchner un reparto equitativo de los recursos nacionales y que el Gobierno convoque a los mandatarios a discutir una nueva ley de coparticipación federal, un tema que por mandato constitucional está pendiente desde 1996. En un sondeo efectuado por La Nación, los gobernadores Juan Schiaretti (Córdoba), Daniel Scioli (Buenos Aires), Hermes Binner (Santa Fe), Celso Jaque (Mendoza) y Mauricio Macri, jefe de gobierno porteño, pidieron cambiar la coparticipación. También lo sugirieron Mario Das Neves (Chubut), Oscar Jorge (La Pampa), Luis Beder Herrera (La Rioja) y Alberto Rodríguez Saá (San Luis). Sergio Uribarri, de Entre Ríos, no opina en forma pública. Pero un intendente cercano, Osvaldo Viano, de Feliciano, aseguró que Uribarri se lo planteó a la Presidenta. En cambio, distritos pequeños como Santiago del Estero, Jujuy, Formosa, Tucumán, Salta, Santa Cruz o San Juan, dependientes del poder político, no apuran la ley. Pero admiten que el sistema está "agotado". Y que reciben más recursos de los que aportan sus habitantes con sus impuestos, por lo cual no confrontarán con la Casa Rosada. La discusión es compleja y de larga data. La falta de recursos de provincias y municipios agudizó el malestar del interior con la Nación, que mes a mes anuncia superávit fiscal. La crisis del campo y sus remezones en la economía acentuaron las críticas a la administración centralizada y discrecional del gobierno de Cristina Kirchner. El modelo lo instituyó el ex presidente Néstor Kirchner y lo continuó su esposa y actual jefa del Estado. La primera queja fue del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. Aseguró a LA NACION que "hay que discutir la nueva ley de coparticipación para distribuir impuestos, porque la que rige hoy no sirve". Su par bonaerense, Daniel Scioli, leal a la Casa Rosada, coincidió ante LA NACION: "En algún momento eso se tiene que poner en el debate. Es importante. Está pendiente desde la reforma constitucional de 1994". En efecto, la Constitución reformada en 1994 dispuso una cláusula transitoria para aprobar en 1996 una nueva ley de coparticipación, hecho que nunca ocurrió. La entonces senadora y convencional constituyente Cristina Kirchner batalló por esa ley (de lo que se informa por separado).Como presidenta, en cambio, Cristina Kirchner no incluyó el tema en la agenda de su "proyecto productivo federal". "Es imposible poner de acuerdo a todos los gobernadores", confió a LA NACION un ministro nacional, dando por sentado cuál será la estrategia del Gobierno en este controvertido tema. Según un reporte de Economía & Regiones, de la masa de recursos coparticipables, en el primer semestre de 2008, sólo el 31,5% se distribuyó entre las 24 provincias. El mínimo de transferencias al interior debería ser del 34% según el artículo 7° de la actual ley 23.548. Así, la Nación retuvo el 68,5% de los impuestos recaudados. Y dentro ese sobrevaluado presupuesto puede reasignar, como hizo en 2008, partidas por $ 3500 millones mediante las facultades delegadas o "superpoderes". Ese manejo centralizado es cada vez más cuestionado. En rigor, esa competencia debería ejercerla el Congreso. Pero delegó ese poder en el Ejecutivo tras la controvertida reforma al artículo 37 de la ley de administración financiera, considerada por muchos un debilitamiento institucional de los principios del federalismo.Hasta los años 90, la Nación y las provincias se dividían recursos casi por mitades: 45% una y 55% las otras. Los impuestos distorsivos, como las retenciones a las exportaciones y el impuesto al cheque, no son coparticipables y ello acrecentó la masa de recursos que concentró con el tiempo la Nación. Esos tributos explican el superávit fiscal anual de $ 35.000 millones. La concentración de fondos y el uso de superpoderes le permitió a Néstor Kirchner disciplinar gobernadores, intendentes y legisladores.Sin incrementos En su primera conferencia de prensa a Cristina Kirchner le preguntaron si modificaría la coparticipación. "Nunca hubo un incremento de la coparticipación girada a las provincias como la que se desarrolló desde 2003", señaló. "Y ello fue posible por el modelo de crecimiento económico y la recaudación exponencial", agregó. "Por si fuera poco, toda la obra pública se federalizó", dijo. "Lo único que hace la Nación es enviarles los fondos a las provincias", dijo. De eso se trata: la Nacion retiene el poder de decidir las obras y las provincias beneficiadas. Pero según Economía & Regiones, en el primer semestre de 2008, las transferencias a provincias subieron a $ 32.317,7 millones, el 26,7% más que en 2007. Aunque al recibir el 31,5% de los recursos totales, las provincias dejaron de percibir $ 2573 millones en favor de la Nación. Y desde 2002 a 2008 resignaron 11.949 millones. El gobernador Mario Das Neves, de Chubut, dijo a La Nación que "hay que iniciar el debate de una nueva ley de coparticipación, con solidaridad entre provincias ricas y pobres".Binner, por su parte, señaló que "es el momento: hace 14 años que estamos en mora". Y abogó por "coparticipar todos los impuestos, incluso el del cheque y las retenciones". El jefe de gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, coincidió con Binner. "Es imprescindible que se discuta la coparticipación como que se incorporen a ella todos los impuestos". Los gobernadores Celso Jaque (Mendoza) y Oscar Jorge (La Pampa), dicen que también sus provincias se verían beneficiadas. El riojano Luis Beder Herrera y Alberto Rodríguez Saá, de San Luis, apoyan esa movida. Y el formoseño, Gildo Insfrán, kirchnerista, admitió la necesidad, pero sin apuros. Los gobernadores de Río Negro, el radical K Miguel Saiz, y de Neuquén, Jorge Sapag, del MPN, admitieron la necesidad de una nueva ley pero sostienen que "el país no está preparado para tratar esto". Son aliados al Gobierno y no quieren disentir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario