La crítica situación que atraviesan los operarios del parque industrial no ha mejorado y, al parecer, continuará con problemas hasta fin de año, según estimaciones de los empresarios y del gobierno local. Actualmente, sobre una masa de 10 mil empleados, unos 2.300 trabajadores de fábricas radicadas y de agroindustrias desarrolladas en el interior están en crisis y sobreviven con un subsidio de 600 pesos mensuales que les paga el gobierno nacional. Es parte de un plan de asistencia para contener a los trabajadores afectados por recortes salariales debido a reducciones de jornadas de trabajo y suspensiones. El subsecretario de Trabajo, Nicolás Maza, dijo que ‘no hay previsibilidad’ sobre la extensión de la crisis de producción y comercialización que afecta especialmente a las fábricas textiles, la industria del vestido y la agrondustria aceitunera, jaqueada por la caida de las exportaciones y de los precios internacionales. Maza dijo que, en principio, el plan de salvataje con subsidios nacionales fue prorrogado hasta el 31 de diciembre para ayudar en la contención de miles de familias con ingresos resentidos y el permanente temor a perder el trabajo. De paso, el funcionario cuestionó a comerciantes y empresarios que parecen querer aprovecharse de la situación y sin necesidad, suspenden o reducen jornadas laborales para que sea la Nación las que complete los salarios. La maniobra, les permite reducir el costo salarial. ”Hay sectores que no han tenido la responsabilidad que les cabe, especialmente en el sector de las micro y pequeñas empresas’, asegurò Maza.
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