En estos días pasados algunos legisladores se despacharon en contra de este medio (Radio Fénix) que dio a conocer varias Disposiciones del Administrados de la Secretaria General de la Gobernación, quien otorgo subsidios a los legisladores, olvidando los señores legisladores que vivimos en una república y que los cimientos del Sistema Republicano se encuentra en la publicidad de los actos de gobierno, a ello debemos sumarle que vivimos en una democracia y no se puede pretender ocultar al pueblo tales actos, por cuanto éstos son emitidos, teóricamente, por sus representantes; y el único modo de controlar que tiene el pueblo si los representantes actúen conforme el mandato otorgado, es a través del conocimiento de sus actos. En vez de enojarse deberían explicar porqué recibieron fondos públicos provenientes del Ejecutivo Provincial. Porque lo malo no es el fin que ellos lehayan dado a estos fondos sino que los hayan recibido. Los señores diputados cuentan con una Dieta para satisfacer sus necesidades; además la cámara tiene dos administraciones que manejan fondos y que conforme a la ley de presupuesto de la Provincia éstos deben utilizarse para solventar los gastos corrientes de la cámara y/o para otorgar ayudas sociales. Ahora bien, lo terrible es que el Ejecutivo Provincial pague a Diputados suma en cualquier concepto, pues ello podría ser a cambio de que se aprueben ciertas leyes, se otorguen ciertas autorizaciones a la Función Ejecutiva, se designen ciertos miembros en determinados órganos destinados a controlar el manejo de los fondos púbicos, lo que es de particular gravedad. Esto es alarmante: los Diputados reciben plata de la Función Ejecutiva, ellos designan a los miembros del Tribunal de Cuentas, que no solo debe controlar al otorgante de los recursos, sino que además, debe a partir de la recepción de los fondos controlar a ellos, que los recibieron, pues a partir de ese momento se convierte en cuentadantes. Es decir, eligen a sus propios juzgadores, lo cual es aberrante. Peor aún, eligen a un propio par como representante de una inventada oposición, que no puede ser sostenida ante la gente. La gente, precisamente, sabe que tanto el diputado que lo propuso como los que lo votaron son oficialistas y hasta ayer parte del bloque mayoritario. Este mecanismo así consagrado y aceitado representa una lisa y llana abolición de la división de poderes, que posibilita la construcción de un espiral de corrupción, de ocultamientos y encubrimientos recíprocos.
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