El hecho ocurrió en horas de la noche del jueves pasado en un sector de la Cuesta de Miranda. Una familia oriunda de Jáchal, San Juan, viajaba en un Chevrolet Corsa cuando de pronto una roca de grandes dimensiones cayó de lleno sobre el rodado y produjo la muerte instantánea de sus ocupantes. Intervino la Policía de Nonogasta que junto a Bomberos, Defensa Civil y Vialidad iniciaron las tareas para rescatar los cuerpos. Las víctimas fueron identificadas como José Leiva (56), Susana Olivera (55), Evelyn Leiva (17) y Alberto Tejada (25). Las pericias apuntan a que la roca se desprendió del cerro a raíz de las intensas y prolongadas lluvias que afectan la región. El desprendimiento de una roca de gran tamaño provocó anteanoche una verdadera tragedia en la ruta nacional 40, dos kilómetros al oeste de la Cuesta de Miranda. Una familia oriunda de San Juan perdió la vida cuando circulaba por allí en un automóvil, en el momento preciso del derrumbe. Eran alrededor de las 22:30 cuando la comisaría de Nonogasta tomó conocimiento del fatal suceso. Según contó el comisario inspector Adán Barrera, jefe de la Unidad Regional II, fue una persona quien avisó que un automóvil había sido aplastado por una gran roca. A raíz de esta información, personal policial concurrió al lugar, ubicado en la zona de Cachiyuyal, más precisamente dos kilómetros antes de iniciar el ascenso de la Cuesta de Miranda. Allí, los efectivos confirmaron que había un automóvil Chevrolet Corsa que estaba literalmente aplastado por una roca que se desprendió del cerro. La escena era realmente impactante, ya que la piedra medía alrededor de tres metros de ancho por cuatro de alto. En su caída, había arrastrado todo a su paso, inclusive más piedras y plantas, para terminar su recorrido justo sobre el rodado. Los ocupantes del vehículo eran integrantes de una familia oriunda de Jáchal, en la provincia de San Juan. Todos ellos murieron en el acto. Según informó Barrera, las víctimas fueron identificadas como José Bernardo Leiva, de 56 años, Susana Olivera, de 55, su hija, Evelyn Leiva, de 17, y un joven de 25 años, de nombre Alberto Tejada. Al parecer, de acuerdo con los objetos encontrados en el automóvil -tales como libros y un televisor-, "traían a la joven a estudiar en la Universidad de Chilecito", supuso Barrera. "Lamentablemente, le costó la vida a esta familia", añadió. El rescate de los cuerpos fue difícil, debido al enorme tamaño de la roca. "Estuvimos trabajando en el lugar hasta las cuatro de la mañana con la gente de Bomberos, Defensa Civil y Vialidad de la Nación, que colaboró con las máquinas para poder sacar a las personas del vehículo", relató Barrera. Una vez liberados, los cuerpos fueron llevados a la Morgue del hospital, y desde allí se dispuso la entrega a los familiares. "Nos comunicamos a las cinco de la mañana con la comisaría de Jáchal y le pasamos los datos de la familia -informó Barrera-, y ellos se comprometieron a comunicar a los familiares para que se presenten en Chilecito". Como consecuencia de los derrumbes registrados en la zona, la ruta nacional 40 permanecía cortada en el tramo que une Chilecito con Villa Unión. Según contó el comisario, a lo largo del camino "había un montón de piedras que se desprendieron del cerro".
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