Luego de la reunión entre el gobernador Beder Herrera y el rector de la Universidad Nacional de La Rioja (UNLaR), Enrique Tello Roldán, en la que se analizaron las posibilidades de desarrollo de la provincia a través de la minería, el profesor Claudio Nadal expresó que los estudiantes riojanos de las carreras afines desean tener su futuro en la provincia, actualmente se están insertando muy bien en los grandes proyectos mineros, como los de Catamarca y del sur del país, pero eso implica un desarraigo importante para ellos y su familia, es por eso que “sería muy bueno que ellos pudieran cumplir su profesión, de igual jerarquía y remuneración, en esta provincia”. Claudio Nadal es ingeniero y decano del departamento de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, además se desempeña como docente de las cátedras Explosivos y Técnicas de Voladura; y Mecánica de Rocas y Suelos, de la carrera de ingeniería de Minas. Sobre el encuentro con las autoridades provinciales, universitarias y alumnos, el profesional sostuvo que “me pareció una decisión sumamente acertada del gobernador Beder Herrera y de las autoridades de la provincia, compartir una reunión informal donde se dialogó sobre temas técnicos y donde cada uno de nosotros nos expresamos desprendidos de cualquier tipo de pasión”. Nadal dijo que “los académicos hablamos como académicos, los alumnos como tales, que eligieron una profesión para su futuro, y las autoridades como quienes defienden una carrera de gran futuro en el país”, y agregó que “si esto se puede desarrollar en la provincia, mucho mejor”. Como opinión personal, dijo que en esto de no querer la minería donde uno vive, “me parece una posición hipócrita, es decir que no quiero la minería donde yo vivo, pero si la quiero en África o en otros países pobres, donde yo puedo usar el metal que otros países producen”. Al respecto, consideró que “acá hay una decisión que hasta tiene un grado divino, porque si Dios decidió que el mineral esté acá y que esté al servicio de la humanidad, es como un mandato”. En este sentido, añadió “creo que hay un mandato divino que tanto los representantes de la iglesia de la zona y todos nosotros como católicos, deberíamos aceptar”. “Si Dios dispuso que el oro aparezca en un sector de Famatina y que eso fuera usado, no para las joyas de las señoras de la oligarquía, sino para la industria y para salvar vidas en la medicina, es nuestra obligación aceptar esa situación, y trabajar la minería, teniendo siempre el cuidado del medio ambiente como una obligación principal”, resaltó.
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