La senadora por el Frente para la Victoria se muestra activa, es decir que no se queda sola en su despacho, sino realiza gestiones ante funcionarios kirchneristas. Teresita Luna reforzó aun más los contactos con los hombres y las mujeres de Cristina, a través del lanzamiento de un movimiento que piensa en la reelección de la Presidenta, aunque la Constitución nacional no lo permite. Así la legisladora nacional se reunió con el actual presidente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Guillermo Salvatierra. Pero al llegar al edificio se impactó con la noticia que escuchó, ya que había sido designado un ex ministro del ex gobernador Ángel Maza en esa área nacional. Se trata del ex ministro de Producción, Jorge Bengolea, que es coordinador del INTI y su primera misión es trabajar con las provincias, por supuesto con La Rioja, que hoy administra Luis Beder Herrera. Luego Bengolea oficializó la designación al acercarse a un encuentro cuando desembarcó en ese instituto el intendente de Rosario Vera Peñaloza, Claudio Saúl. En la oportunidad, Saúl estuvo secundado por Miguel Cabral y Eduardo Cortez, del área de Desarrollo Productivo municipal. Allí se dispuso la ampliación del Frigorífico Caprino que se construye en Chepes a través de la instalación de una cámara de congelado con capacidad para 3.000 cabritos. Este equipamiento también será emplazado en un departamento de Los Llanos a determinar; el objetivo de la iniciativa es la conformación de una cuenca caprina. Ante Salvatierra, Teresita Luna, en su calidad de vicepresidente de la comisión de Ciencia y Tecnología en la Cámara de Senadores de la Nación, le planteó la inquietud de jerarquizar la delegación instalada en La Rioja y convertirla en un centro de investigación y transformación tecnológica. “La Provincia necesita del compromiso de un espacio tecnológico que atienda las necesidades de las instituciones de la producción local”, expresó Luna. También le comentó la posibilidad de articular con la Secretaria de Empleo “en los entramados productivos para consolidar los procesos iniciados por el ministerio de trabajo de la nación que nos ayude como provincia a mejorar la competitividad industrial”. Según Salvatierra, “con la crisis de 2001 concluyó un período -inaugurado por el golpe militar de 1976- de desindustrialización y desnacionalización de la economía. El resultado de las políticas de ese último cuarto del siglo XX fue una tragedia social de enorme magnitud expresada en diferentes dimensiones: desempleo, marginalidad, violencia contra los sectores populares, retroceso de regiones y áreas territoriales, deterioro de los niveles educativos y de la salud pública, inseguridad”. Al respecto, explicó que “en 2003 asume el gobierno de Néstor Kirchner (con menos votos que la cantidad de desocupados existentes, nos recordaba el ex-Presidente) y la República Argentina comienza a transitar un camino de reconstrucción económica y social. El nuevo modelo emerge alcanzando en poco tiempo elevadas tasas de crecimiento lideradas por los sectores productores de bienes y acompañadas de una recomposición de los indicadores sociales que no puede ser atribuible exclusivamente a las activas políticas sociales”. Afirmó que “durante estos años han nacido una gran cantidad de Pymes productoras de bienes, entre las que podemos encontrar una abrumadora mayoría de empresas de capital nacional. Este incremento en la legión de pequeñas empresas generadoras y sostenedoras de la mayor parte de los empleos (6,8 de cada 10 trabajadores revistan en una Pyme), contribuye a la promoción del desarrollo de numerosas regiones. Pero el modelo de desarrollo inclusivo requiere de empresas que asocien en su éxito a los trabajadores y a los entornos productivos regionales y sociales, y no que basen su competitividad en la evasión impositiva o previsional, en la inobservancia de las regulaciones ambientales, o en los bajos salarios, o la precarización de las condiciones laborales". Finalmente dijo que "es necesario redoblar esfuerzos para que la capacidad de competir de nuestras empresas se funde en el incremento permanente de la productividad, de la calidad y la capacidad de mejora continua. Para ello trabajamos en el INTI y nuestra herramienta principal es la tecnología, el apoyo a las Pymes en la introducción permanente de innovaciones tecnológicas”.
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