sábado, 7 de abril de 2012

EL EMPLEO PÚBLICO SE EXPANDIÓ MUCHO MÁS QUE EL PRIVADO.

En 1 de cada 5 hogares, el empleo público es la fuente de ingresos. El sector público no sólo es el empleador principal sino que paga bien en términos comparativos al mercado de trabajo, señala un informe de SEL Consultores. Trabajo completo. El sector público es un empleador destacado. Sus tres jurisdicciones (nacional, provincial, municipal) ocupan 2,4 millones de personas. Esto significa que en uno de cada cinco hogares el empleo público es la fuente de ingresos, si no siempre única, principal en una elevada proporción de los casos. Los ocupados en el sector público constituyen, además, un tercio del empleo asalariado en blanco, señala un informe de la Sociedad de Estudios Laborales (SEL Consultores). En los últimos años, en sentido opuesto a la desaceleración del crecimiento del empleo privado, el sector público sostuvo un ritmo de aumento significativo: 6,1% entre 2007 y 2011, versus 3,2% en el sector privado registrado. Hoy hay, al menos, un cuarto más de empleados públicos más que en 2007, señala el informe. El aumento del empleo público, debe destacarse, fue especialmente importante durante el período recesivo 2008-2009: 7,9% vs. un reducción de 2,3% en el sector privado (segundos semestres de cada año). Esto explica tanto el sostenimiento del empleo total en ese ciclo, como, en una medida no menor, la caída del superávit fiscal del sector público consolidado, puntualiza el centro que dirige el especialista Ernesto Kritz. El aumento del empleo público, sin embargo, no es homogéneo en todas sus jurisdicciones. El mayor corresponde al sector público provincial, que desde 2007 creció casi en un tercio (7,3% anual), seguido muy de cerca por los municipios, en los que el número de empleados se expandió en 30%. La excepción en este último caso es la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde el crecimiento del empleo fue de 9% (aún así llamativo en un período de sólo cuatro años). El sector público nacional desde 2007 aumentó su dotación en poco menos de 20%, es decir cinco puntos por debajo del sector público consolidado y 13 puntos menos que las provincias. "Pero aquí también hay disparidades muy significativas: la administración central y los organismos descentralizados incrementaron su dotación entre uno y tres puntos sobre el promedio de la jurisdicción; en cambio, como reflejo de la mayor intervención directa en la economía, los bancos nacionales y las empresas públicas expandieron su nivel de ocupación en 81% y 67% respectivamente", observa. Esto contrasta, por ejemplo, con las universidades nacionales, en las que el empleo aumentó menos de 12% (si bien más que el número de alumnos matriculados), o con el Poder Judicial, donde el crecimiento fue de 10% (probablemente por debajo de los casos ingresados). El sector público no sólo es importante en el crecimiento del empleo sino en los niveles de remuneraciones. El salario promedio del sector público es 13% más alto que el del sector privado registrado. No obstante, aquí también hay una heterogeneidad significativa entre las provincias, aunque en sentido inverso al del empleo, dice SEL. No obstante que los salarios del sector privado aumentaron más que los del sector público, la masa salarial de este último creció por encima de la del primero, sostiene el diagnóstico privado. La razón, desde luego, es que el empleo público se expandió sensiblemente más que el privado registrado. Esto no sólo compensó el rezago en los aumentos de salarios sino que lo superó. De todos modos, la brecha parece estar reduciéndose: en el segundo semestre de 2009, como efecto de la recesión que afectó negativamente el empleo privado, esa brecha alcanzó un máximo de casi 20 puntos; en 2011 bajó a menos de 7 puntos (en ambos casos con relación a la base 100 en el primer semestre de 2007), finaliza el informe.

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