lunes, 10 de septiembre de 2012

ADVIERTEN QUE BRASIL ES UN MERCADO EN PELIGRO.

El diario mendocino Los Andes advirtió este lunes, a través de una editorial, sobre la comercialización de productos en Brasil.
La editorial es la siguiente:
La creación del Mercosur no fue fruto de la casualidad. Los países de esta parte del continente decidieron reunirse como un modo de fortalecerse ante la aparición de los grandes bloques económicos del mundo. En ese marco, Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay alcanzaron acuerdos sobre una multiplicidad de aspectos, mientras Chile prefirió mantener su política económica basada en acuerdos bilaterales. Se establecieron en ese momento pautas que fijaban, entre otros aspectos, la libre circulación de mercaderías y de personas entre los países miembros y sólo se “resguardaron” pautas, como por ejemplo el pedido que realizó Uruguay, solicitando que el ingreso de vinos argentinos de bajo precio hacia ese país mantuviera un cupo específico por algunos años, hasta que ellos alcanzaran su reconversión. Esos pequeños resguardos de defensa individual terminaron jugando en contra, especialmente de las economías regionales. La Argentina impuso trabas para el ingreso de la denominada línea blanca de electrodomésticos y de calzados y Brasil respondió con un régimen de licencias no automáticas que demoran el ingreso de los productos hacia ese país. Mendoza fue una de las más afectadas, porque Brasil es el principal mercado hacia donde va dirigido el ajo, aceituna, aceite de oliva y el tercer mercado para el vino. Como el problema no alcanza a productos de la Pampa Húmeda, resulta evidente que el reclamo de la Cancillería argentina no se realiza con la fuerza que las circunstancias exigen. Las consecuencias están a la vista. El vino embotellado hacia Brasil cayó un 30 por ciento entre mayo y junio y ese lugar ha sido ocupado por Chile, que aumentó sus exportaciones un 21,25 por ciento en los primeros seis meses del año. Más aún, en mayo, Chile incrementó un 56,29 por ciento sus exportaciones de vino a Brasil. Chile ocupó durante años un lugar de preponderancia entre los países proveedores de vino hacia Brasil y con el correr de los años y con fuertes inversiones, la Argentina -esencialmente Mendoza- no sólo alcanzó a los vinos chilenos, sino que los superó. Ahora, ese espacio corre serio peligro. En el caso del aceite de oliva la situación es similar. Si bien no se cuenta con datos porcentuales, dirigentes del sector señalaron que hubo problemas con el ingreso de los productos argentinos hacia aquel país. En primer término, por la implementación de una norma que establece un certificado de calidad y un informe técnico de un laboratorio cuya metodología sea aprobada por la autoridad brasileña; en segundo lugar, por las licencias no automáticas. Esos problemas permitieron el aumento en el ingreso de aceite de oliva español que, como consecuencia de la caída de su mercado interno por la crisis económica, salió a ganar mercados aun rebajando sus precios para ganar en competitividad. Valdría aclarar que el inconveniente por la norma específica ha sido solucionado, pero las licencias siguen pendiendo como una espada de Damocles. Las provincias afectadas, Mendoza, San Juan y La Rioja, específicamente, deben actuar en conjunto y reclamar ante las autoridades nacionales para que se profundicen las conversaciones en la búsqueda de una solución definitiva. Es sabido -y los hechos lo demuestran- que el lugar que se deja en una góndola en el exterior es inmediatamente ocupado por otros países, con el agravante de que recuperar esos espacios perdidos demanda años y nuevas inversiones, casi los mismos que demandaron ganarlos en los cada vez más difíciles y competitivos mercados internacionales.

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