EL DESMONTE PROVOCARÍA DAÑOS A LAS ASPAS DEL PARQUE EÓLICO.

La improvisación otra vez golpea y fuerte a las empresas estatales, conocidas como SAPEM. A lo dicho en torno que la firma Cerdo de los Llanos SAPEM se dio cuenta “tarde” que en Chepes no hay agua, aunque sea fundamental para la cría de los cerdos, ahora se suma la situación externa que afecta al Parque Eólico Arauco. Uno de los emprendimientos más caros del mundo es sin lugar a dudas el Parque de energía eólica, tras la empresa constructora IMPSA del Grupo Pescarmona decidió cambiar las palas de doce torres, ya que las mediciones habían sido mal tomadas, y no cobrar nada extra. O sea perdió $300 millones y no le afectó para nada su cuenta corriente. Ese cambio produjo que se hiciera un cementerio de aspas en el mismo lugar que se levanta el Parque, pese a todas las desmentidas e interpretaciones oficiales. Pero la verdad es la única realidad. Ahora la empresa estatal que conduce el secretario de Obras Públicas, Fernando Cárbel, debe enfrentar un problema externo, como es el desmonte alrededor del predio, ya que se pretende hacer otra SAPEM, pero en este caso de olivos. Eso luego a levantar una fábrica de aceite de olivo para ser comercializado también como SAPEM. Sin estudio previo y sin haber realizado las consultas a especialistas, del día a la noche las máquinas llegaron y sacaron todo alrededor del Parque Eólico Arauco. Si la empresa IMPSA tuvo grandes inconvenientes con las mediciones cuando había monte, desde hace un mes tiene otro dolor de cabeza. Ese desmonte ha significado que cambien todas las variables del Parque, como es algo básico la velocidad del viento. A eso se le suma que las ráfagas de viento que llegan a las torres y aspas están cargadas de “arenilla”, que lima los aerogeneradores. Es como si un auto Mercedes Benz, por lo caro, se lo “llueve” de arena, al largo del tiempo seguirá siendo Mercedes Benz, pero destruido. En ese camino va el Parque Eólico Arauco que durante todo el mes de agosto todos los aerogeneradores han sufrido la “arenilla” en piezas vitales para su funcionamiento. Bajo el concepto que todo pasa, seguramente eso acontecerá, pero ahora se viene otro problema: la plantación de olivos necesita agua y por ello, se va a generar humedad alrededor del Parque, por lo cual, lógicamente, cambia el porcentaje de humedad de esa zona del departamento Arauco. Por ello, ya nada será lo mismo. Entonces a la larga otra vez deberán cambiarse las aspas de los 12 aerogeneradores o ya quizás sean 24 debido que la velocidad del viento no será la misma (ahora tendrán las hojas de los olivos), la humedad tampoco, la temperatura menos. Así la improvisación podría decir que nuevamente la firma que construye el Parque cambiará todo, a la provincia o al país no le saldrá un peso más. En otras palabras, se perderán o se ganarán (según desde donde se vean) $300 millones o $600 millones, aunque ese dinero no sean de los responsables de las improvisaciones sino del Estado, que somos todos.