jueves, 11 de octubre de 2012

JORGE YOMA PLANTEÓ LA CRÍSIS VITIVINÍCOLA EN EL DEBATE DEL PRESUPUESTO.

El riojano Jorge Yoma fue quien incomodó a su propio bloque. “La inflación existe, erosiona el poder adquisitivo de la gente y la rentabilidad de las economías regionales y favorece a algunos sectores concentrados de la economía”, sostuvo y luego leyó los datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) sobre el incremento de los costos de la producción de vino. La compleja situación por la que atraviesan las economías regionales extra-pampeanas fue uno de los tópicos más visitados por los diputados el miércoles mientras se discutía el proyecto de Presupuesto 2013 en la Cámara baja nacional. Desde la oposición, el mendocino Enrique Vaquié (UCR) y el porteño Alfonso Prat Gay (Coalición Cívica) fueron quienes primero plantearon el tema. Cuestionaron que entre las pautas macroeconómicas que contiene el plan de gastos diseñado por el Ministerio de Economía se haya fijado un tipo de cambio “artificial” a 5,10 pesos por dólar y una inflación “mentirosa” de 10,8% que en la realidad superará el 25%. “Acá perdimos competitividad y en los países vecinos no, por la inflación. En la Argentina -según las estadísticas de la provincia de Santa Fe- entre el 1 de enero de 2008 a la fecha llevamos más de 130% de inflación. La pérdida de competitividad, mirando sólo las exportaciones, aunque crezcan en general, en las economías regionales significa la pérdida de empleos y la precarización de la producción. Hace un año alertamos sobre los problemas que enfrenta la industria vitivinícola, en el último año se han aumentado las ventas de vino a granel y disminuido la venta de vino embotellado. Los mismo sucede con la industria frutihortícola, secaderos, frigoríficos, entre otros. Para el año que viene, el planteo del Gobierno es el mismo: que el tipo de cambio real siga cayendo, no por la devaluación planteada por el Gobierno sino por la inflación implícita. El problema no es devaluadores sí o no, porque el Gobierno es el principal devaluador de la región, si no la inflación, que no se reconoce”, explicó el ex ministro de Hacienda de Mendoza. Prat Gay continuó: “Este Presupuesto demuestra que no se combate el yuyo (la soja), sino que se lo alienta y se destruye el resto de las economías regionales porque la inflación perjudica la competitividad de éstas”, aseguró. Pero fue un oficialista, el riojano Jorge Yoma, quien más incomodó a su propio bloque. “La inflación existe, erosiona el poder adquisitivo de la gente y la rentabilidad de las economías regionales y favorece a algunos sectores concentrados de la economía”, sostuvo y luego leyó los datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) sobre el incremento de los costos de la producción de vino. “Los productores tienen 60% de aumentos en los costos, por culpa de la inflación, y venden sus productos afuera a un dólar congelado”, explicó. Ahí nomás aclaró, ante la mirada azorada de los kirchneristas: “No pido una devaluación sino medidas correctivas” como la “eliminación o relajamiento” de las retenciones a la industria vitivinícola, subsidio a los fletes, mejoras en los reintegros de las exportaciones y hasta una legislación específica que proteja a las economías regionales cuya cadena de valor es íntegramente nacional, porque no se vale de productos importados. El riojano leyó los incrementos de costos de la vitivinicultura. “Una botella subió 61%; el fuel-oil, el 63%; el gasoil, el 51%; la mano de obra, el 51%; los fletes, el 65%. Pero los precios de los vinos varietales sólo subieron 11%”, dijo. Yoma también habló de la promoción industrial, pero intentó no romper el pacto que existe entre los gobernadores de las provincias que tienen este beneficio y el gobierno mendocino. Por eso pidió que la presidenta Cristina Kirchner instrumente el decreto 699 de 2010, que fue el que le dio sobrevida al régimen de promoción, pero sólo exigió que se apliquen “los beneficios acotados” que fijó dicho decreto (se exime del pago de Ganancias e IVA a los empresarios, hasta un 40% de la masa salarial de sus empleados), pero dejó afuera a la prórroga por 15 años que también contempló la norma de la Presidenta y que ocasionó la queja de Mendoza. El mendocino Roberto Pradines (PD) fue uno de los primeros en aplaudir la defensa de las economías regionales que hizo Yoma. “Es verdad, las economías regionales están fundidas, es imposible ser competitivo cuando los costos suben 50% y los precios a los que se venden suben el 10%. Pero yo no soy como Yoma, yo voy a votar en contra este Presupuesto. Hay miles de puestos de trabajo que se están perdiendo. En Mendoza se cerraron secaderos de frutas. Esto debe estar en la agenda del Gobierno nacional, sino vamos a padecerlo más”. Luego de Pradines habló otro mendocino, el kirchnerista Guillermo Carmona, quien defendió el Presupuesto redactado por el Gobierno y criticó fuertemente los “pronósticos agoreros” de la oposición.

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