En conferencia de prensa, directivos y comunidad del norte de Rosario Vera Peñaloza, expresaron la situación de incomunicación que les aqueja luego del diálogo telefónico que mantuvieron con el administrador de Vialidad, Miguel Bertolino. En una importante reunión realizada en el Centro Educativo de Jóvenes y Adultos (CEJA) de Chepes, representantes de las escuelas damnificadas, la vicerrectora de la extensión áulica de Villa Casana de la escuela Normal “Juan Facundo Quiroga”, Nivel Secundario, Estela Ruartes; los directores, Miguel Angel Nieto de la escuela 35 “María Rosa Tapia de Oropel”, de Villa Casana, Nivel Primario; Guadalupe Castro, de la escuela 332 de Casas Viejas; Sergio Albornoz, extensión áulica del CEJA en Villa Casana; Ignacio Ruarte, presidente de la cooperadora de la escuela y miembro de la Unión Vecinal de Villa Casana y Néstor Fernández, docente y miembro de la comunidad, informaron sobre la conversación con Bertolino. Coincidieron en afirmar que “luego de dialogar vía celular con el administrador de Vialidad, tras enviar una nota, aceptamos la propuesta realizada por el funcionario de que se va a esperar que pase la época de lluvias, para que se pueda realizar un arreglo más efectivo al paso del río La Calera, que además de las escuelas mencionadas, se ven afectadas las escuelas y las comunidades de La Aguada, El Rodeo y Quebrada del Vallecito, que nos comunica con Chepes y viceversa”, pero destacaron “queremos dialogar personalmente con él, para lo cual el director Albornoz, se va a encargar de realizar las gestiones para que nos brinde una fecha para tal fin”. Los docentes y directivos de las escuelas, al igual que los miembros de la comunidad, explicaron que “para poder seguir dando clases, nos tienen que hacer en forma inmediata, un paso, un camino alternativo, pero, en buenas condiciones, para poder trasladarnos diariamente, ya que los transportes se niegan a llevarnos, dado que ya se han roto dos combis”. Resaltaron, también, “no tan sólo es el tema de las escuelas, ya que no puede pasar una ambulancia, y en la villa sólo tenemos una sala sin nada, vivimos rogando que no haya ningún accidente o enfermo grave”.
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