LA PROMOCIÓN INDUSTRIAL ES UN TEMA PRIORITARIO PARA UNIR Y EL GOBIERNO.

Los funcionarios de Nación no se muestran dispuestos a renovar el régimen de Promoción Industrial tal como está vigente en La Rioja desde la década del ‘70, cuyo vencimiento opera en 2012 y del cual dependen más de 10 mil fuentes de trabajo. No sólo miran para otro lado cuando funcionarios riojanos plantean el tema, sino que además sus principales funcionarios cuestionan el costo fiscal que los sistemas promocionales generan. Como se recordará, la ministro de Producción, Débora Giorgi, le pidió al Gobierno local que presente un proyecto de plan integral de desarrollo que en su interior incluya el tema de la Promoción Industrial. Pero en la práctica, nadie sabe muy bien qué posición final adoptará la funcionaria al respecto. Por otro lado, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, dio señales negativas muy concretas cuando cuestionó una eventual Ley de Promoción de las inversiones para empresas chicas y medianas (PyMES) que reclama la Unión Industrial Argentina (UIA). Aunque no se haga público, la postura del Gobierno provincial sería similar a la de Nación, en cuanto a que la tendencia sería la de generar un nuevo régimen de promoción, en lugar de prorrogar el ya vigente. Fuentes cercanas al gobernador Beder Herrera manifestaron incluso la visión crítica oficial en relación a las empresas, ubicadas en su mayoría en el Parque Industrial, al asegurar que muchas de estas fueron o están siendo subsidiadas y ya llevan un tiempo de producción más que suficiente como para haber generado los mecanismos y recursos propios que les permitan subsistir por si solas. No obstante, y ante la posibilidad de que muchas de estas empresas "levanten campamento" si el régimen de promoción industrial llega a su fin, muchos se preguntan qué haría el Gobierno para contener a los miles de puestos de trabajo que se perderían de inmediato e irremediablemente y si esos subsidios que se otorgan a las empresas alcanzarían para paliar la situación, al menos por un tiempo, lo que a todas luces aparece como improbable. Mientras tanto, en el ámbito local, La Unión de Industrias Riojanas (UNIR) y la CGT se mostraron preocupados por no advertir un entendimiento de la real dimensión del problema que implicaría la caída del régimen. Ambas entidades coincidieron de modo unánime en su preocupación por no advertir en el conjunto de los actores involucrados, una dimensión concreta de la verdadera necesidad, tanto en lo referido a la prórroga del sistema promocional como del conocimiento de los factores que deben priorizarse para garantizar la efectividad del régimen, cuya prolongación pretenden resguardar.