En sus 70 años de vida, la cooperativa vitivinifrutícola de La Rioja "La Riojana Ltda." marcó una fuerte apuesta al crecimiento estratégico y tecnológico para posicionarse en el país y en el mundo. Para ello aspira a contar con una cosecha superlativa en 2011. En un céntrico complejo gastronómico de Chilecito, las autoridades de la entidad solidaria convocaron a la prensa para realizar el cierre anual con un balance de gestión y una cena de camaradería. Allí, su presidente Mario González puso relevancia a las 70 cosechas que llevan sobre sus espaldas y con importantes logros para todos sus asociados. Mencionó las notables medallas de oro obtenidas en el mundo por sus vinos y ahora también por el aceite de oliva y otros productos de la cooperativa. Una de las obras más sobresalientes que cuentan en el haber de este 2010, fue la construcción de una escuela agrotécnica en la localidad de Tilimuqui que lleva el nombre de un histórico dirigente cooperativista Julio César Martínez, ya desaparecido físicamente. Esta institución realizada a través de la asociación Comercio Justo fue cedida a la Universidad Nacional de Chilecito. Ahora tiene doble escolaridad, comedor y el próximo año tendrá transporte escolar. Además, como devolución a la comunidad, González rescató la realización de obras como agua potable, comedores, escuelas refaccionadas y forestaciones. Al tiempo que negaron cualquier crisis interna de la entidad, el presidente aseguró que "nos puede ir mejor o no pero lo hacemos con pasión porque hay 500 productores contenidos en un sistema cooperativo que es lo mejor" y puso como ejemplo a Copegraf, editora de EL INDEPENDIENTE. Enfatizó que La Riojana "es una empresa que debe pelear el mercado productivo y debe salir a buscarlo con los 350 empleados que nos acompañan". Se mostró esperanzado en la próxima cosecha que se perfila mucho mejor que este año, aunque hubo zonas afectadas por los siniestros climáticos como Guandacol. Sobre las perspectivas, alertó que el mundo atraviesa una crisis y existe un atraso cambiario en dólares que dificulta la producción, pero valoró González que fue "muy acertado declarar al vino como bebida nacional. En este sentido, puso mucho énfasis en la variedad insignia que es el torrontés riojano. Aclaró que si bien hubo un cambio en las preferencias del mercado que motivaron apostar a las variedades tintas, "hoy por hoy tiene el torrontés un gran futuro en EE.UU. y Canadá, no hay que cambiarle de nombre, sólo hay que trabajar por promocionarlo desde la provincia al país". El empresario recordó que existe un trabajo importante desde el sector vitivinícola que se agrupó y diseñó un plan estratégico hasta el 2020. En este marco, La Rioja ya estaría en condiciones de reclamar la presidencia de COVIAR que "con mucho esfuerzo fue conformada". El síndico de la cooperativa, Pablo Flaim, resaltó que "nos estamos proyectando para los próximos 5 a 7 años, hay una planificación y estrategia de la empresa". Precisó que hoy se vende el 20 por ciento en el comercio exterior y el 80 en el local y que de ese porcentaje el 20 por ciento son vinos varietales y el 80 regionales. La proyección es que en los próximos años esos porcentajes se equiparen y que se llegue a vender el 50 por ciento en el exterior. "Para eso hace falta trabajo e inversión", aseguró el empresario. Mario González también se refirió a la falta de agua en superficie y los inconvenientes que existen para extraerla. Por ello entendió necesario un estudio para saber hasta dónde se puede llegar con las perforaciones, sumado a los altos costos que deben pagarse por energía, a pesar de los subsidios. Sobre la discusión minera, el presidente fue muy cauto al manifestar que "se necesita de un gran debate e instrucción para saber que pasa, vamos a defender el agua y hasta que no estemos seguros no lo vamos a aceptar, hay que sacar pasiones e ir al conocimiento, debemos evitar q esto divida la provincia".
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