Unos 92 grupos de pequeños viñateros del país participaron del programa de integración realizado por Coviar. Así, el proceso de integración agrupaba, a fines de diciembre de 2011, a 1.764 pequeños productores y casi un centenar de bodegas y establecimientos -pasas, uva en fresco- en el proceso de renovación de 9.215 hectáreas de viñedos en áreas productivas de Mendoza, San Juan y La Rioja. En lo que va de la aplicación del programa, se estima que entre el aporte no reintegrable que entrega como subsidio el Programa de Integración a pequeños productores, más la contraparte que viñateros y bodegueros suman al plan de transformación, se habrán invertido en el oeste vitivinícola, poco más de 25 millones de dólares en la mejora de viñas y bodegas. Esto ha movilizado la provisión y el comercio de cepajes, madera, alambre, maquinaria agrícola, agroquímicos, sistemas de riego y tela antigranizo. En este contexto, ya está abierta la segunda etapa del ciclo: los viñateros y bodegueros interesados pueden acudir a los centros vitícolas regionales y las dependencias de la Coviar. Los productores -que no perciben el subsidio en dinero, sino en materiales, servicios y asistencia técnica- están recibiendo los certificados aprobados según el respectivo plan de negocios. Del total de 92 grupos integrados en el oeste vitivinícola, 53 son de Mendoza, 20 de San Juan y 11 de La Rioja. El 50 % de los aportes que está entregando el Programa han sido aplicados a la renovación de estructuras del viñedo, replante y alambres. Un 20 % está dedicado a la reposición de plantas falladas por variados motivos; otro 10 % se ha destinado a la aplicación de equipos de riego moderno; 10 % a tela antigranizo y el resto a la compra y reposición conjunta de maquinarias. Incluso, varios establecimientos bodegueros líderes, habían ya acordado con el Banco de la Nación y el aval del Programa Integración/PROVIAR, el uso de la línea de crédito que, por 100 millones de pesos, dispuso el ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación para las bodegas y establecimientos vitícolas que se hubieran sumado al Programa de Integración de Pequeños Productores. Además, otro de los aspectos destacados por los supervisores del Banco Interamericano de Desarrollo -BID, que con el aval del Gobierno Nacional financia la propuesta- es el cambio cultural productivo que procura la asociación y la permanencia de los técnicos profesionales que durante 4 años asistirán al viñatero y al bodeguero asociado.
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