El diputado nacional Javier Tineo presentó un proyecto de declaración del aceite de oliva argentino como alimento nacional y la implementación de un programa federal para su promoción. El objetivo es incrementar el consumo interno, ampliar la producción y reactivar las economías regionales de las provincias productoras. La iniciativa del legislador riojano tuvo el acompañamiento como firmantes de sus pares sanjuaninos, José Uñac y Héctor Tomás. El proyecto fue girado a las comisiones de Industria y de Acción Social y Salud Pública para declarar a este producto tradicional de la región como alimento nacional en base a una fundamentación de las propiedades alimentaciones de este tipo de aceite. De este modo, se considera aceite de oliva argentino al industrializado en el país utilizando únicamente como materia prima a las aceitunas íntegramente cosechadas en nuestro país. Solicitan que se diseñe un programa federal de promoción del aceite de oliva argentino cuyo objetivo principal sea incrementar el consumo interno de dicho aceite, orientando su incorporación a la canasta alimentaria habitual de los argentinos y consecuentemente ampliar la participación de dicho producto en los mercados nacionales. Dicho programa deberá resaltar y fortalecer las propiedades nutricionales y demás valores diferenciales del aceite de oliva argentino, como también el diseño de la imagen e isologo como alimento nacional y la elaboración y coordinación del plan de acción para su utilización y amplia difusión del producto en los ámbitos público y privado. Tanto el autor del proyecto como los diputados firmantes que acompañan la iniciativa del legislador riojano, manifestaron que el motivo central de declarar al aceite de oliva argentino como alimento nacional, se fundamenta en al necesidad de fortalecer las economías regionales de nuestro país y la urgencia por diversificar el destino de comercialización de un producto con alta apreciación social y comercial, ampliando de este modo, el consumo en el mercado local. Como dato para tener en cuenta, en la fundamentación de la iniciativa, se alude a que según los datos actualizados a 2011 del Consejo Oleícola Internacional (COI), Argentina se ubica como el primer productor de aceitunas de América y el cuarto productor mundial detrás de la Unión Europea, Turquía y Egipto. Reportando una cosecha en 2011 de 200.000 toneladas, representa un 6,4 por ciento del total de la producción mundial. Cabe señalar que por las sucesivas crisis, ha desacelerado inversiones y muchas fincas han detenido la expansión por problemas de costos, escasa competitividad y bajos precios internacionales del aceite que han mermado la rentabilidad integral de los proyectos de inversión. En la fundamentación del proyecto, se destacan las numerosas propiedades beneficiosas para la salud que aporta el aceite de oliva. Las características nutricionales principales radican en su alto contenido en ácido oleico. La relación entre el ácido linoleico y el alfatocoferol (vitamina E) es dietéticamente mucho más equilibrada que la de los aceites de semillas. Este aceite, que se promueve que sea declarado como alimento nacional, es el jugo que procede directamente de la aceituna y conserva todas las propiedades biológicas del fruto, incluidas vitaminas y antioxidantes. Este beneficio no ocurre en el caso de aceites de semillas, cuyos aceites se obtienen por medios de disolventes químicos. Además, cabe resaltar que figura como unos de los componentes básicos de la denominada Pirámide de la Dieta Mediterránea, la cual es considerada como la dieta óptima reconocida. El Consejo Oleícola Internacional (COI) identifica al aceite de oliva argentino como un componente saludable para diversas problemáticas de la salud típicas en las sociedades modernas. La presencia de un 75 por ciento de ácido oleico en el aceite de oliva argentino.
DATOS DEL CONSUMO INTERNO
El aceite de oliva argentino representa un 1,5 por ciento del consumo interno de aceites comestibles y se ubica como el cuarto aceite con mayor consumo en el país detrás de los denominados aceites de semilla como soja, maíz y girasol. De esa estadística se desprende que el 76 por ciento del consumo interno corresponde al aceite de soja, un 14 por ciento al aceite de girasol, un 3 por ciento al aceite de maíz y el resto (canola, maní, etc.) completan el total del consumo nacional de aceites. Esto es, en Argentina se consume anualmente 125 g de aceite de oliva por habitante. De volcarse la totalidad de la producción de aceite de oliva argentino, unas 15.000 toneladas, en el mercado interno se lograría un promedio anual de consumo por habitante de poco más de medio kilo. El desafío es incrementar la producción promoviendo el consumo y de ese modo acrecentar la superficie cultivada de olivos, fomentar la industrialización progresiva de los pequeños productores y fortalecer a los industriales pequeños y medianos, sector empresarial unánimemente reconocido como mayor generador de puestos de trabajo, abriendo canales de comercio hacia segmentos de consumo populares. El objetivo del proyecto es intensificar las acciones de difusión a fin de aumentar el consumo interno y la ampliación de la producción de AOA con el objeto de reactivar las economías regionales en especial las de las provincias productoras de nuestro país.
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