martes, 8 de julio de 2008

BEDER HERRERA AMPLIA EL ORIZONTE PARA LA INTEGRACION DEL PJ PROVINCIAL.

El "viejo jefe" -Carlos Menem- les enseñó al actual gobernador y a su desplazado antecesor, Ángel Maza, que para poder controlar el poder y ejercerlo en plenitud, hay que compartirlo; porque en caso contrario, te lo quitan. Maza pareció no aprender el mensaje, pero Beder Herrera está dispuesto a seguir a pié juntillas la profecía. Por eso, tras conseguir "consenso" de los "jefes y caciques" de sectores, líneas y distritos para que lo designen al frente del justicialismo riojano, está decidido ahora a ceder pequeñas porciones de poder estéril -el que ocupa sillones y cargos pero no tiene peso en decisiones importantes- a quienes no se sienten contenidos. Un ensayo de ese ejercicio de compartir el poder -que bien podría definirse como "poder residual"- lo aplicó cuando al conformar la comisión transitoria que luego lo designó como presidente transitorio, se había omitido incluir a la dirigencia "de base" o barrial; es decir, los punteros políticos de mayor renombre interno. Ante el primer chillido, ordenó incluirlos. La semana pasada volvió a hacer lo mismo con los mismos dirigentes que volvieron a poner el grito en el cielo cuando se enteraron que no estaban incluíos en la mesa de conducción. Allí lo mandó al funcionario y dirigente Ariel Puy Soria como "bombero" a convencer a los jerarquizados punteros barriales, a quienes volvieron a sosegar. Pero las rencillas internas parecen ahora empezar a subir en la escala jerárquica y la pelea ya involucra al sector que lidera la vicegobernadora Teresita Luna, confrontado por el espacio no justicialista que lidera el comerciante Néstor Bosetti, quien pese a no pertenecer a las filas del PJ -es titular del partido local Acción Riojana- fue incluido en la mesa de conducción junto a dirigentes de sobrada trayectoria "pejotista". Cuando el lunismo se enojó por la inclusión de Bosetti y se desató una guerra política y mediática tan estúpida como innecesaria, el gobernador notó que había llegado la hora de abrir más el juego, aunque los cargos en disputa sean, en definitiva, absolutamente menores. Y en ese contexto, salió a anunciar que creará, además de la mesa de conducción, unas "comisiones de trabajo" a cuyo cargo pondrá a quienes se sienten "huérfanos" de toda "contención". Para graficar lo que hará, Beder Herrera no fue sutil: "van a estar todos adentro", les dijo a modo de mensaje final e indicativo de su hartazgo por esas peleas de conventillo que para nada lo favorecen. Y por eso, aunque en privado reclame cordura, en público, ante la prensa local, dijo que no tiene "ni idea" de lo que está pasando entre el lunismo y el sector de Bosetti. Así las cosas, el PJ parece camino a convertirse en una verdadera ensalada de sectores de distintos orígenes, ideas, proyectos, objetivos e ideologías. En definitiva, el PJ amenaza con convertirse en lo que es. Tal vez por eso gobierne.

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