AFIRMAN QUE LA RELACION DE BEDER HERRERA Y TERESITA LUNA ATRAVIESA POR UN "QUIEBRE".

El nuevo escenario político, tal como algunos lo denominan, en rigor de verdad no es nuevo, aunque si se ha puesto más claramente de manifiesto en los últimos tiempos. Y esto, en lo que tiene que ver fundamentalmente con la relación entre el gobernador Beder Herrera y la vicegobernadora Teresita Luna. Mientras el primero se reunía hace unos días con el ministro De Vido para pedirle que apure el financiamiento de la obra pública, la segunda era recibida por el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, a quien le pidió que "priorice con todas las herramientas que tiene el Estado Nacional el bienestar de los riojanos porque hay muchos hermanos que la están pasando mal". La visita de la vicegobernadora Teresita Luna a distintos funcionarios del Gobierno nacional es llamativa, porque la mandataria parece estar desarrollando una agenda política e institucional propia o, al menos, distante del gobernador Luis Beder Herrera. Pero no menos llamativa deja de ser, una vez más, la capacidad de la vicegobernadora para abstraerse de sus funciones y plantear una realidad en La Rioja, que, como tal, le sería ajena. Por otra parte, al informar sobre el encuentro con Fernández, la Vicegobernadora no hace mención al Gobernador ni a los temas que forman parte de la principal agenda institucional de la Provincia, como la renovación del régimen de Promoción Industrial y la inclusión en el presupuesto 2010 de los 400 millones de pesos que están llegando vía extracoparticipación federal. Ambos funcionarios parecen cada vez más alejados y encasillados en proyectos políticos muy diferentes. Y tal vez allí radique, precisamente, la falta de entendimiento que desde algunos sectores se reclama.