martes, 14 de diciembre de 2010

INICIARON TRABAJOS DE RECUPERACIÓN EN EL CAMPAMENTO MINERO CUEVA DE PÉREZ.

A más de cuatro mil metros de altura y en una geografía impactante, se llevó a cabo este viernes una importante jornada de recuperación de uno de los campamentos mineros que alberga el Famatina. Junto a actores de la sociedad civil, encabezados por la guía de montaña Laura Maldonado, el secretario de Minería de la provincia, Oscar Lhez, y miembros de la Cámara Riojana Minera (CAMIR), como entidad interesada en la preservación de los refugios de la actividad, se realizó una importante tarea de limpieza y el inicio de un plan integral de recuperación del campamento ubicado en Cueva de Pérez, en la zona de La Mejicana. Es de destacar que este reducto se haya ubicado en un lugar estratégico para quienes practican montañismo, turismo de aventura, o actividades productivas, pues allí encuentran refugio ante los fuertes vientos de la zona (en muchos casos superiores a los 100 km/h), las bajas temperaturas o las inclemencias climáticas, en una zona inhóspita en la que, ha quedado la huella de las obras de infraestructura montadas a principios del siglo pasado para el desarrollo de la minería y que aún hoy siguen siendo beneficiosas para otras actividades. Este campamento, recordaremos, se hallaba totalmente equipado pues allí desarrollaba trabajos de investigación y prospección una empresa internacional, que había montado las instalaciones con todo el confort y tecnología de punta necesarias para el óptimo desarrollo de las tareas descriptas y la habitabilidad de casi un centenar de personas. Esto infiere, todas las comodidades domésticas en habitaciones, sanitarios, comedor, cocina, grupos electrógenos para la generación de energía eléctrica, sala de informática con Internet de banda ancha y un moderno sistema de comunicación, tanques de combustible, y una fuerte inversión en un lugar destacado del patrimonio de todos los riojanos. Una vez retirada esta empresa, manos anónimas pero socialmente identificadas con grupos antimineros, en conductas repudiables desde cualquier punto de vista, saquearon el lugar robando y destruyendo con particular saña todo cuanto encontraban a su paso. Esta acción sistemática devastadora, tiene también su repique en la depredación de la fauna silvestre, pues los lugareños hablan de guanacos con impactos de bala, vainas servidas desperdigadas en esa zona, ejemplares diezmados por la caza furtiva, todas estas consecuencias del estado del campamento, que en su época productiva también funcionaba como un regulador de la seguridad en zonas tan alejadas de los centros urbanos. Las imágenes que acompañan este reporte son harto elocuentes del grado de barbarie desplegado por quienes se arrogan el cuidado de la naturaleza, en este caso bajo una curiosa modalidad. Los guías turísticos que constantemente llevan a visitantes a realizar el circuito del Famatina y la cumbre Gral. Belgrano, reclamaron ante diferentes entidades públicas la reparación y reacondicionamiento del lugar, planteo que fue escuchado por la Secretaría de Minería, que  comenzó con un plan integral de recuperación del lugar, cuyo primer paso se llevó a cabo el pasado viernes. La presencia institucional, acompañada por jóvenes y miembros de la comunidad, se abocó a la limpieza en primer término y reparación del lugar, en etapas posteriores diseñadas a los fines de restablecer el campamento y que sirva a los fines para los que fue creado. Estas acciones revisten particular importancia, cuando, por ejemplo, al viajero lo sorprende una tormenta de viento o nevadas, a más de cuatro mil metros de altura, y el campamento sirve para salvar la vida de quienes desarrollan, por diferentes razones, actividades en altura. La visión del lugar depredado causó mucha impotencia en una primera mirada, más, se puso manos a la obra con entusiasmo ya que es función y obligación del Estado el resguardo y promoción de aquellos sitios que detentan el orgullo de ser útiles a la comunidad como el mencionado. Es importante mencionar que, junto a los trabajos que se llevan a cabo en Cueva de Pérez, también se estructura todo un plan de preservación y difusión de la zona, que permita comprometer a la comunidad de manera integral, en especial a docentes, investigadores, operadores turísticos, y todos quienes de una u otra manera se encuentren comprometidos en la misión de custodiar, conservar y promocionar los bienes históricos y productivos atesorados en esa inmensidad. El secretario de Minería explicó que “este trabajo enriquece la identidad de los riojanos y contribuye al reconocimiento  de fuentes primarias para  la investigación educativa, las  actividades productivas como la agricultura, la ganadería, el turismo, la minería  y, fundamentalmente, habla del respeto por aquello que nos pertenece a todos” A partir de esta política integral, se avanza hacia las siguientes etapas, que permitirán poner en valor un lugar emblemático que fue destruido quizás, con la finalidad de acallar las voces de la historia que hablan de una provincia próspera y autosustentable. El destino minero de La Rioja, llama a la reflexión y el compromiso con esta y las futuras generaciones.

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