Es que estos están quedando distantes respecto de sus pares del sector privado, en donde el salario medio es $6.000, y los del estado nacional, donde el promedio es de $4.700. Distintos gremios de La Rioja adelantaron que solicitarán incrementos que tengan un piso del 25 por ciento. El salario mínimo de un estatal en la provincia es $2.200 y quieren llevarlo al menos a los $3.000. El salario medio del sector privado registrado ascendió a $6.046, sin considerar los descuentos para la seguridad social, obra social e impuesto a las ganancias, como tampoco horas extras, feriados ni presentismo. De las estadísticas parciales del Indec surge que los empleados en supermercados lideraron las subas con 51,8%, seguidos por los industriales 25,6% y los obreros de la construcción 20,2 por ciento. Los trabajadores no registrados recibieron en el año un incremento medio de 32,2%, a una media de 2.620 pesos. Mientras que los ocupados en la administración pública nacional (promedio del país), acusaron mejoras en 2011 de 9,57%, a tono con el cálculo oficial de inflación, a un promedio de 4.729 pesos. Este último, representa casi el doble de lo que gana como sueldo mínimo de bolsillo un empleado estatal de La Rioja, cuyo sueldo arranca apenas en los 2.200 pesos.
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