Dos consultores argentinos radicados en Estados Unidos están asesorando al sector olivícola provincial sobre la posibilidad de exportar aceituna de mesa a ese exigente mercado. Coincidieron en que “existen oportunidades” para la venta de estos productos riojanos en los Estados Unidos. Martín Sturla, radicado en Pensilvania y Mariano Varela, residente en Miami, se reunieron este viernes con representes de industriales y productores tradicionales olivícolas a fin de conocer la realidad y las particularidades de este sector productivo y analizar su potencial como exportadores de este producto. La reunión se realizó en las oficinas de la Secretaría de Ganadería de la Provincia y ambos profesionales llegaron a La Rioja a partir de la gestión del Consejo Federal de Inversiones y el impulso del propio gobernador Beder Herrera. Se encontraban presentes el presidente la Cooperativa de Productores Olivícolas Tradicionales de Villa Mazán, José Fuentes, el presidente de la Cámara de Industrias Olivícolas de La Rioja, José Hilal y demás representantes de industrias y asociaciones de productores. También participó del encuentro el director general de Agricultura, Hugo Abarca. En la oportunidad, Sturla remarcó el “buen potencial” de este sector productivo provincial. “En general, por la experiencia que tenemos por otros productos, los productos argentinos son de una calidad que no tiene nada que envidiarle a la calidad internacional”. “Sabemos que la industria olivícola tiene una dificultad de precios, pero la idea es no trabajar en el cortísimo plazo, sino en el mediano plazo”, agregó. Durante la reunión, los industriales y productores se explayaron sobre los factores que provocaron la crisis del sector, las condiciones y características de la cadena productiva y los términos en los que están exportando sus productos. “Nosotros no tenemos ninguna duda de que hay oportunidades” de insertar la aceituna de mesa riojana en los Estados Unidos, afirmó Sturla; aunque aclaró que “este no es un trabajo que se hace de la noche a la mañana”. “Hay puertas que abrir, hay que recopilar más información para saber cuáles son los canales a los que hay que apuntar; pero con lo que hemos recopilado hasta ahora tenemos bastante confianza en que (la aceituna de mesa) es un producto que vamos a poder introducir”, en el mercado norteamericano, señaló. Sturla precisó que una de las estrategias de venta de este producto en los Estados Unidos sería su fraccionamiento. “Sabemos que todo esto tiene una serie de complicaciones de costos, de desarrollo de productos, de disponibilidad y de insumos”, explicó. “Todo indica que particularmente en este momento sería mucho más factible o realista la introducción de un producto fraccionado porque el diferencial de precio con otros productos se licua y a nivel de góndola de supermercado, la gente no le presta atención a la diferencia de 20 o 30 centavos por frasco”, añadió. “A granel es un poco más complicado, los diferenciales de precio tienden a ser un factor determinante de la compra”, indicó. El especialista subrayó que “Estados Unidos es un mercado de variedad y hemos observado diferenciales de precios de hasta un 150 o 200 por ciento para productos similares en el mismo negocio; y todos venden porque la gente quiere ver variedad”. Los consultores ahora se abocarán a analizar las características del producto y el sector productivo y sus oportunidades comerciales en el mercado norteamericano. Si entienden que es factible la colocación de estos productos en los Estados Unidos, se dedicarán a elaborar un plan de desarrollo comercial que incluirá misiones comerciales y reuniones con exportadores, entre otras actividades. Sturla remarcó que cada Estado norteamericano “es un mundo distinto. Si vas al Estado de La Florida el 80 por ciento de la población es latina, en Pensilvania el 80 por ciento de la población es anglosajona y en Nueva Jersey el 60 por ciento de la población es descendiente de europeos, y esto, lógicamente, determina los hábitos de consumo”. “Cada Estado es un mundo distinto, con hábitos de consumo distinto y demandas y poderes adquisitivos distintos. Un mismo producto puede tener precios muy distintos porque hay poderes adquisitivos distintos”, explicó. A su vez, Varela señaló que “más allá de las coyunturas, los sectores deben trabajar en pos del futuro y tener una estrategia, siempre mirando, no solo el mercado interno, sino también con vocación de exportar”. De la crisis “se sale con unión, apoyo, creatividad y obviamente buscando la forma de abrir mercados internacionales. Creo que este es el gran desafío que existe y lo que, en nuestro caso queremos tratar de identificar en el mercado americano”. Varela sostuvo que este tipo de productos estuvo en el mercado americano y luego se produjo una caída de las exportaciones a raíz de varios factores, entre los que se destaca “el costo”. “Creo que las oportunidades existen, pero lo que hay que entender primero es cuál va a ser la oferta”, afirmó; al tiempo que celebró que el Gobierno de La Rioja y el CFI “estén en este camino y atiendan esta necesidad”. “Por nuestro lado vamos a trabajar junto al CFI y el Gobierno Provincial y con los productores para tratar de buscar cuáles pueden ser los caminos viables para exportar los productos a un mercado como el americano que es altamente competitivo”, afirmó. José Fuentes, en representación de los productores tradicionales calificó a la reunión como “positiva” porque “se nos abre una ventana a un futuro, siempre y cuando sigamos organizándonos en la Provincia desde nuestro sectores”. El dirigente entendió que esta iniciativa debe aglutinar a los productores tradicionales y a las industrias para “buscar mercados externos” y con productos que tengan “un valor agregado” porque “de nada sirve seguir exportando a granel”. Fuentes precisó que en Villa Mazán hay unos 450 productores tradicionales que producen entre 15 y 21 millones de kilogramos de aceituna por año. Finalmente, el productor José Brizuela entendió que esta iniciativa del Gobierno Provincial y el CFI “es muy importante y una forma de brindar una ayuda a la industria. Creo que en el tema comercio exterior, el Estado Provincial debe jugar un rol activo y esta es una acción muy concreta”. “Espero que sea positiva y que podamos incursionar en el estudio y la apertura de nuevos mercados”, concluyó. Actualmente, el sector olivícola posee unas 30.000 hectáreas implantadas en la provincia, de las cuales, unas 3.000 corresponden al sector tradicional. El 55 por ciento de la producción se dedica a la conserva de aceitunas y el resto a la fabricación de aceite de oliva.
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