LOS MUNICIPIOS DEBEN PENSAR EN CONCEPTO DE REGALÍAS.

El presidente de GEMERA, Julio Ríos Gómez, resaltó el verdadero concepto de las regalías mineras y que los municipios deben tener en cuenta. Además de obras y desarrollo, sostuvo que “la regalía es para que se pueda preparar a la región, reconvirtiéndola para tener otro tipo de actividades, potenciarlas y preservar la actividad económica con el desarrollo de otras opciones”. El geólogo y presidente de GEMERA, Julio Ríos Gómez brindó una charla de carácter informativa en el marco de la campaña de esclarecimiento sobre la actividad minera en nuestra provincia. Luego de su exposición, se sumó el ingeniero en Minas, Mario Capello, quienes luego de culminadas sus disertaciones, respondieron a las dudas, preguntas e inquietudes de los presentes, cumpliendo de ese modo el objetivo de esclarecimiento e información de la campaña impulsada por el Gobierno provincial. En la ocasión, Ríos Gómez, habló de lo que ha sido desde el año 1994 a la fecha el desarrollo de la minería en la Argentina y de lo que significa a través de su historia y para los riojanos el Famatina. Sostuvo que los niveles de desarrollo que tiene la minería actual, con alta responsabilidad y respeto a la cuestión ambiental, marcan también condiciones de seguridad y de manejo del proceso industrial de la actividad minera. Ante un auditorio conformado por funcionarios y representantes de municipios del interior, que estuvieron acompañados por la senadora nacional Hilda Aguirre de Soria, los intendentes de General Belgrano, Juan Urbano; de Independencia, Juan de Dios Herrera y de Ángel Vicente Peñaloza, José Albarracín, explicó el verdadero sentido de las regalías mineras para las comunas. “Acá uno de los cuestionamientos de la mística que se ha usado ha sido tratar de decir que la minería no deja absolutamente nada, que se usa mucho agua, que se emplean tóxicos y que las ganancias son enormes y a la región no le queda nada”. Contrariamente a esto, aseguró que “la regalía es para que se puedan hacer cosas y preparar a la región, reconvirtiéndola para tener otro tipo de actividades, potenciarlas y preservar la actividad económica con el desarrollo de otras opciones”, explicó. Dirigiéndose a los presentes, sostuvo que “entiendo los miedos que se generan cuando se dice que se va a usar toda el agua, que se van a usar elementos tóxicos, que se va a contaminar: esto es una ciencia, la minería es una actividad industrial manejada desde el punto de vista de una ingeniería que tiene pautas de la física, química y matemáticas” resaltó. Al explicar que lo que se intenta desarrollar en La Rioja es la etapa de exploración, precisó que “un proyecto emplea en la exploración entre 40 a 50 personas en forma directa y otras 40 a 50 en las empresas de servicio; a medida que se avanza hacia la etapa de prefactibilidad comienza a sumarse más gente”. Asimismo, puntualizó que de darse la explotación de un proyecto como el de Famatina, se emplean aproximadamente entre 700 a 1.000 personas en forma directa. “Después en la zona se multiplica por 1.7 por ciento que son los que se emplearán en las empresas de servicios que contrata la empresa minera y, que a su vez, dichas empresas de servicios generan proveedores locales”, señaló al momento de explicar el efecto dinamizador que genera en la economía de una región y de una provincia.