El delegado del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE), Carlos Roqué, dijo que los sectores vitivinícola y olivícola de la provincia atraviesan dificultades por la falta de peones para trabajar en la cosecha 2008. Al respecto, el delegado sostuvo a Radio Libertad que "esto se debe a dos motivos: uno el incremento en las hectareas plantadas y eso genera una gran demanda de mano de obra que en este año no llegó. También se debe a que en otras provincias se paga un precio más alto el kilogramo cosechado". En ese marco, se refirió de manera categórica a la falta de peones, al manifestar que "al riojano no le interesa trabajar en la cosecha". También mostró cierta preocupación cuando adujo que "los frutos, tanto de las viñas como de los olivos deben ser cosechados en su determinada época, sino se pasan y se pierden las mismas". La cosecha de vid y olivo concentra entre cinco mil a siete mil trabajadores golondrina provenientes de las provincias de Tucumán, Santiago del Estero, San Juan, Jujuy y Bolivia. Los golondrinas, trabajadores no permanentes o rurales como también se los llama, llegaron en los últimos días de enero y permanecerán durante cuatro meses para trabajar en la cosecha de vid y olivo. Para la cosecha de la vid, el RENATRE prevé que se necesitarán cinco mil golondrinas mientras que para el olivo siete mil.
Aunque cada año se registra un crecimiento de las actividades olivícolas y vitivinícolas eso no va de la mano con un incremento de la mano de obra local que se emplea en estas actividades agrícolas. "Mano de obra local es muy poca, casi nada, prácticamente nula", sostuvo Roqué.
Y añadió que "hay demanda pero no hay ninguna oferta de mano de obra local por eso se toma gente de afuera, porque se la necesita sí o sí para la cosecha". En esta situación La Rioja es receptora de mano de obra no permanente y Santiago del Estero, Tucumán, San Juan, Jujuy y Bolivia son emisores de trabajadores rurales. Consultado sobre los motivos por los que no hay mano de obra local en estas actividades agrícolas en pleno desarrollo, Roque señaló que se debe a que "el riojano no se dedicó a ese trabajo". Contrapuso con lo que sucede en Arauco donde no se presenta este problema porque se criaron con el olivo y la gente tiene esa cultura de trabajo, en cambio en la capital no se creó eso y no se cuenta con personas para esa labor. Para el delegado provincial del RENATRE esa situación se presenta porque "no hay un incentivo", sin embargo señaló que eso no condice "con los valores que se manejarán este año para la cosecha que son bastantes interesantes en el olivo". Un trabajador rural generalmente cobra por semana y la remuneración se fija según la cantidad de cajones que coseche. En promedio un cosechero medio puede hacer 20 cajones por día, también hay los que hacen 30 y hasta alguno llegó a los 40. "Eso depende del esfuerzo y sacrificio porque el ritmo del cosechero está en sus condiciones físicas, si es un hombre fuerte y sano", señaló Roque.
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