La importancia institucional del hecho supera lo meramente simbólico. Ante el pueblo y representantes de Arauco, el intendente Minuzzi se presentó y escuchó, una a una, las acusaciones presentadas por los concejales de Lealtad y Dignidad, junto al Movimiento Social Independiente. Todo transcurrió en el más perfecto orden cívico. Lo cual alejó todos los fantasmas de violencia que circularon durante nuestras cabezas durante toda la jornada y que llevó a la propia Infantería a marchar hasta las calles de Aimogasta. Minutos despues de la sesión, el intendente Minuzzi, manifestó que “es tan absurdo el pedido de suspensión que a mi pobre entender esta fuera de la ley” y explicó que las obras cuestionadas fueron pagadas por la provincia y no por el municipio. Tildo a los discursos de los ediles como “falsos y demagógicos”, que no resistirían una querella de su parte por injurias. Incluso, cargó contra las concejales López y Borda acusándolas de ejercer la abogacía en la actualidad, mientras la misma función pública que cumplen lo prohíbe. “El pueblo de Arauco sabe quien esta dentro de la legalidad y quien no”, dijo Minuzzi. En este marco, fue destacable el marco de normalidad en el que se llevó el proceso. Y aunque parezca un contrasentido, si alguién salió fortalecido de esta crisis, fue el propio Minuzzi. Quien a pesar de los discursos opositores dejó actuar a las instituciones democráticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario