LA EMPRESA ALCO DE CHILECITO PASARÁ A SER UNA EMPRESA DEL ESTADO.

La Cooperativa Frutihortícola Industrial de La Rioja Ltda (COFILAR), luego COFRAC y ahora ALCO, ubicada en el departamento Chilecito, pasaría a manos del Estado provincial, con el fin de salvar las fuentes laborales, el Estado sumaría una nueva empresa estatal, como ya sucede con Internet para todos. COFILAR, que trabajó bajo la denominación de COFRAC y luego vendió sus productos a través de ALCO, específicamente relacionados al tomate, se transformaría en una empresa estatal, tras las gestiones realizadas por el gobernador Luis Beder Herrera, cuya novedad quedaría oficializada en las próximas horas. Al asumir sus funciones en la Casa de Gobierno, el mandatario provincial pretendía que COFILAR se incorporara a la Cooperativa La Riojana. Sin embargo, la absorción no sucedió. Cabe recordar que en la última asamblea de la Cooperativa La Rioja, el gobernador dijo que "los hablé hace un año (a los socios), les pedí que invirtieran, no pudieron hacerlo, entonces les solicité que nos devuelvan la planta" y agregó que "nosotros como Gobierno nos haremos cargo, garantizaremos el salario y estabilidad de todos los trabajadores, mediante su puesta en funcionamiento. Esta será una puerta muy grande que se abrirá para los cultivos anuales que tiene la zona". Así Beder Herrera cristalizaría un compromiso de campaña como es la absorción de la planta que perteneció sucesivamente a COFILAR y a COFRAC, ya que su idea apunta al desarrollo productivo de la provincia. COFILAR fue quien procesaba los productos chileciteños y los enviaba a las góndolas del país y del mundo. También posibilitó la creación de mano de obra especializada, mediante la tecnología vinculada a las frutas y hortalizadas, que se complementó con la actividad vitivinícola. En el 2000, el ex gobernador Ángel Maza entregó la plaza a la empresa ALCO, que iniciaría la producción de conservas de legumbres. Sin embargo, el emprendimiento privado no funcionó y por eso, creció el pasivo. COFILAR pasaría a manos estatales sin el pasivo, que rondaría el millón de pesos, y la maquinaria seguiría perteneciendo a la empresa ALCO. La conducción directiva de la nueva empresa estatal quedaría a cargo de CARPA, que en la noche del miércoles aceptó el desafío de reflotar un bastión de la producción de la región.