
* Falta de rendición de cuentas. Informes de la Sigen realizados en Río Negro, Salta, San Juan o en Catamarca sostienen que, en muchos casos, en los programas de Seguridad Alimentaria, Manos a la Obra y el Hambre Más Urgente los municipios no rinden cuentas de los fondos girados ni existe un seguimiento adecuado de los beneficiarios.
* Ausencia de padrones. En los informes de la Sigen de Catamarca, Santiago del Estero, Buenos Aires, Entre Ríos, Tierra del Fuego y de Tucumán, se registró la falencia de padrones definitivos para la población asistida o por asistir en relación con la entrega de vales alimentarios.
* Aplicación. La Sigen determinó también que para los planes de alimentación, comedores escolares o planes laborales en la cuenta bancaria de las provincias donde se depositan las partidas "no se puede establecer con certeza la aplicación de los fondos, porque de allí se pagan sueldos, subsidios y proveedores".
* Transferencia de partidas. Los informes de la AGN sobre planes de emergencia alimentaria o de vivienda revelan que los fondos girados por la Nación no respetan la periodicidad mensual, no hay planificación presupuestaria y hay programas sin metodología objetiva.
* Falta de relevamiento. En la mayoría de las provincias, señala la AGN, al evaluar los planes alimentarios y laborales, "no se dispone de un relevamiento o análisis de la situación económica y social ni de los impactos redistributivos".
El Ministerio de Desarrollo Social que conduce Alicia Kirchner no quiso dialogar sobre el tema. El viceministro Carlos Castagnetto expresó por su medio de su vocero que la cartera que lidera la cuñada de la Presidenta no emitiría opinión. Hace tres semanas, cuando se informó sobre el lanzamiento del plan de cooperativas, el ministerio emitió un comunicado en el que sostuvo: "Procuraremos que nadie quede cautivo de nadie". Y descartó que el reparto de planes sociales se realizara "según el color político de los intendentes". La ausencia de una base de datos unificada de beneficiarios de planes sociales es una queja de la Iglesia y de la oposición. Fuentes de Cáritas aseguraron que jamás pudieron acceder a una base de datos "confiable". Si bien en el Ministerio de Desarrollo siempre dijeron que el Syntis es una base de datos de beneficiarios de planes de todo el país que recibe la información de otras 56 bases, nunca se dio a conocer al público. En el Banco Mundial, una de la entidades internacionales que financia parte del Plan Jefes y Jefas de Hogar, dijeron a que si bien la base de datos de beneficiarios del Estado se controla por medio del CUIL, "no hay información precisa de la conformación del núcleo familiar en sectores pobres y esto se ve como una falla del sistema". El ex viceministro de Desarrollo Daniel Arroyo dijo que existe una base de datos de beneficiarios de planes, pero admitió: "El Estado debe redefinir su metodología de medición de la pobreza porque como está planteado hoy no es creíble". La Sigen y la AGN controlan los planes con una demora de seis a doce meses. Desde 2003, se eliminó el monitoreo de los programas asistenciales que hacía el Banco Mundial y el BID junto con las Naciones Unidas y ONG agrupadas en el Foro del Sector Social. "Sería bueno en esta situación de crispación social generar un nuevo monitoreo social que tenga independencia informativa y que, a la vez, se analice en tiempo real el uso de fondos", dijo a Sandra Cecilini, experta en política social de la Universidad de San Martín.
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