miércoles, 28 de octubre de 2009

LOS GREMIOS DISIDENTES ESPERAN EL PAGO DE SUELDOS PARA DECIDIR LAS MEDIDAS A SEGUIR.

Aseguran que los trabajadores que mayor aumento cobrarán recibirán entre 100 y 120 pesos. Y creen que, cuando lo noten, se mostrarán dispuestos a protestar. Mientras, el Sitrapp y otros gremios realizan asambleas. En cambio la CGT pidió al gobierno un incremento en las asignaciones familiares y un ‘retoque’ en los sueldos de las categorías mas altas. Según su buena o mala relación con el gobierno, los gremios estatales han tomado caminos diferentes en cuanto a su reclamo por mejores salarios. En el caso de los disidentes que no comulgan con la CGT oficial, realizan asambleas en las reparticiones y esperan la reacción de sus afiliados cuando comiencen a cobrar los sueldos de octubre, la semana que viene. En cambio los gremios que integran la central obrera intentan negociar con el Ejecutivo y ya le pidieron al ministro de Hacienda, Ricardo Guerra, que analice un aumento sobre las asignaciones familiares y un incremento para las categorías mas altas que fueron las menos beneficiadas con la reciente recomposición que llevó el mínimo de bolsillo a 1.420 pesos. En el caso de los disidentes, el Sindicato de Trabajadores Públicos (Sitrapp) que comanda Carlos Laciar está realizando asambleas de delegados en algunas reparticiones, mientras aguarda la reacción de los empleados públicos a partir del lunes, cuando comiencen a cobrar los haberes de octubre con aumento. Según Laciar, “los trabajadores que mayor aumento cobrarán van a percibir entre 100 y 120 pesos mas”. Y cree que, cuando lo noten, se mostrarán dispuestos a protestar. La semana pasada el Sitrapp, los municipales de Capital y el gremio de la obra social suspendieron las movilizaciones que venían realizando a Plaza 25 de Mayo, debido a que no lograban reunir cantidad suficiente de manifestantes. Laciar consideró que las categorías mejor remuneradas cobrarán aumentos de 50 a 60 pesos y las mas altas no recibirán incrementos. Por su parte la CGT que conduce el camionero Jorge Reynoso, mas cercana al gobierno de Luis Beder Herrera, intenta negociar a través del ministro Guerra, a quien le pidió un aumento en las asignaciones familiares. Es porque ese concepto, a nivel privado y nacional, acaba de recibir un incremento del 33 por ciento y, por esa razón, se estiró aún mas la brecha entre esos trabajadores y los provinciales. La CGT quiere también que el gobierno estudie la posibilidad de recomponer los salarios de las categorías mas altas, porque con el reciente incremento del haber mínimo, la ‘pirámide’ salarial se acható y los que mas ganan quedaron postergados en relación al resto. De todos modos, la central obrera oficial no imagina un escenario de confrontación y Reynoso dijo que los reclamos son ‘para el año que viene’, lo que implica que los gremios que integran la CGT dan por seguro que hasta mediados de 2010 no habrá nuevas modificaciones sobre los sueldos públicos.

No hay comentarios: