VINCULAN AL DIRECTOR DEL HOSPITAL DE CHILECITO CON EL ESCÁNDALO DE LAS TIERRAS.

No hacemos referencia al cuento de la Blancanieves y su manzana envenenada, esta no es una fruta, pero es tan jugosa como la del cuento. Conoce aquí los mecanismos oscuros de adquisición de tierras, los nombres y la relación entre los involucrados. La manzana podrida, es la 53 del Barrio Paimán, que compró y vendió, a pesar de estar en conflicto el Doctor Daniel Palacios, director del Hospital Eleazar Herrera Motta. Los mecanismos sobre los que giraba la adquisición, consistían en la denuncia de las tierras que se encontraban aparentemente “vacías” por medio de "interpósita persona, simulando el acto" para luego proceder a la venta de esa misma propiedad a otra persona sea familiar o no, todo venía bien para el blanqueo. Todo se remonta al año 2002, más precisamente al 16 de agosto cuando el señor Oscar Dimo Palacios compra una fracción de terreno, de 6000m2 a Fernando Masud. Dicho terreno se encuentra en el acceso sur de Chilecito y es propiedad de Kamerath Gordillo, Carlos Saúl Menem, con escritura pública de dominio inscripta en el registro de la Propiedad Inmueble en el año 1972. A partir de allí, y ante la imposibilidad de regularizar la situación dominial del inmueble comienzan a registrarse un sinnúmero de operaciones de compra-venta que ponemos a su consideración. El doctor Daniel Palacios, director del Hospital Eleazar Herrera Motta, forma parte de este grupo de negociantes inmobiliarios de tierras en conflicto. Ingresó a este grupo de élite tras la compra de tierras a su padre. Las transacciones que avalan lo dicho son las siguientes - El día 6 de diciembre Dimo Palacios le vende a su hijo Daniel un lote ubicado en la Manz 53 identificado como lote 1. -El 8 de junio de 2003 Daniel Palacios compra dos lotes mas, el 13 y el 14 de la misma Manzana. -El 18 de junio adquiere el lote identificado como 11. Todas estas negociaciones las hace Oscar Dimo Palacios con su hijo Daniel. Pero Daniel Palacios no es solo un mero comprador de lotes de la manzana 53 sino que también vendía lotes en la misma Manzana. -El 20 de octubre de 2003 el doctor Daniel Palacios vende a Villalva Rosa y Rodriguez Teodoro el lote 7 de la manzana en cuestión. -El día 7 de julio de 2005 vende a Norma Beatriz Nader dos lotes unificados e identificados como lote 4. Haciendo números el director del Hospital compro 4 lotes a su padre y vendió 3. Por lo que podemos inferir que en un determinado momento Daniel Palacios fue propietario de 7 lotes en la zona del Paimán. Pero si creen que esto es todo nada mas alejado de la realidad es su apreciación. Las operaciones en la “manzana de los Palacios” entre miembros de la familia no cesaron. A continuación les detallamos las transacciones familiares que salen a relucir en varios documentos de compra -venta . De acuerdo a la documentación que se brinda a continuación," los Palacios" habrían “concertado tratos ilegales” para aprobar varias de las diligencias requeridas para legalizar los terrenos. Estas son algunas para tener en cuenta porque fueron realizadas entre esposos . -La primera fue concretada el día 10 de febrero de 2003. Palacios Oscar Dimo vende a su esposa Páez Ramona Graciela dos lotes identificados como lotes 12 y 15. -La segunda el 12 de agosto de 2003 donde Páez adquiere los lotes 19 y 20. - La última adquisición de Paez de mano de su marido fue el lote 17, la cual se concreta el día 25 de noviembre de 2003. Hemos accedido a copias de los boletos de compra venta entre marido y mujer, cuando el Art. 1358 del código civil, reza que “El contrato de venta no puede tener lugar entre marido y mujer, aunque hubiese separación judicial de los bienes de ellos”. Las primeras declaraciones dan cuenta que los diputados acordaron conformar una comisión investigadora para que reúna todos los antecedentes del “Trafico de tierras” y sean elevados ante quien corresponda, sin perjuicio de las actuaciones del Consejo de la Magistratura y del Jurado de Enjuiciamiento. Ante la ausencia de justicia en el departamento, porque hace años vive un divorcio de la realidad departamental, apareció la voluntad política de llegar a la verdad. Decisiones claras, prontas y una que otra cabeza que ruede es lo que hace falta. Es hora de hacer tronar el escarmiento.