La Cámara Olivícola Riojana advirtió que peligra el levantamiento de la cosecha de aceituna, en 5 mil hectareas de olivos, por la sucesión de situaciones complicadas que afronta el sector, asociados este año a la baja producción, poca rentabilidad y la imposibilidad de dar cumplimiento a las exigencias legales. Productores del sector ante este cúmulo de dificultades, prefieren suspender sus cosechas que según las estimaciones de los directivos de la cámara, abarca a unas 5 mil hectáreas, lo que representa más de un 20 por ciento de la superficie olivícola provincial. “Queremos expresar la preocupación de la Cámara y de los productores por la situación complicada que atraviesa el sector”, manifestaron el presidente de la Cámara Olivícola Riojana, Emilio Caimi y el gerente, Orlando Barros. La producción olivícola en La Rioja viene afrontando en los últimos años un panorama cada vez más complejo que ha sido abordado. Nuevamente, ante el inminente inicio de la cosecha 2012, la entidad que nuclea a los productores olivícolas riojanos manifiesta una sucesión de hechos y situaciones que golpean más duro al sector que viene debilitado y sorteando adversidades y que llevarían a que de una superficie total de 25 mil hectáreas de olivos, poco más de 5 mil hectáreas no sean cosechadas. A la baja producción de la presente cosecha -asociada a factores naturales y ciclos del cultivo-, la baja rentabilidad que viene soportando y poniendo en riesgo su continuidad, a la poca variación de precios que abonan las industrias que también están en crisis y las poco favorables condiciones de pago para los productores; se le debe añadir las exigencias legales vinculadas al alojamiento del personal destinado como mano de obra para el levantamiento de la cosecha, que más allá del noble objetivo y derecho de los trabajadores, muchos productores por una cuestión netamente vinculada al desfinanciamiento que acarrean no pueden realizar las inversiones para dar cumplimiento a las normativas y ante la imposibilidad de hacerlo, determinan dejar en suspenso la cosecha. Caimi precisó que “ya hay más de 5 mil hectáreas en esta situación, lo que representa más de un 20 por ciento de la superficie olivícola provincial” y explicó que para algunos significará una pérdida de producción y para otros que están tratando de implementar la utilización de maquinaria, la pérdida estará un poco atenuada en relación a los primeros. Igual, éstos que decidieron optar por la mecanización se están viendo perjudicados por las demoras en las autorizaciones de importación de maquinaria de cosecha, poniendo en riesgo real el levantamiento de la producción de aceituna aceitera, dado que el valor de la fruta de ninguna manera justifica su recolección manual. “Todo esto significará una gran pérdida tanto para el productor, para la industria, para la economía del sector y para la economía de la Provincia”, advirtió el gerente de la entidad, Orlando Barros.
“Sobre llovido, mojado”. Esas fueron las palabras que el directivo de la Cámara pronunció para comentar el otro problema que aqueja al sector que en agosto de 2011 sufrió la actualización de la tarifa por parte de EDELAR por el suministro eléctrico, insumo fundamental para la producción. En enero del año en curso, nuevamente se les aplicó otra actualización. “EDELAR ha aplicado dos veces nuevos cuadros tarifarios, sin audiencia pública de por medio, que han incrementado el valor del KW en las tarifas de regantes entre un 53 al 70 por ciento según las distintas bandas horarias”, manifestaron los directivos de la Cámara que consideraron que están neutralizados en parte por los subsidios nacionales pero ante la quita de los mismos que se viene realizando y la incertidumbre por la reducción o eliminación de dichos subsidios es que manifiestan su preocupación y la de los productores asociados a la entidad. La Cámara Olivícola Riojana en los próximos días planteará esta inquietud que preocupa al sector ante las autoridades del EUCOP. Caimi y Barros pusieron de manifiesto que desde el sector vienen manifestando la crisis que atraviesan y que han planteado una serie de alternativas y soluciones que fueron elevadas a las autoridades provinciales para que las gestionen ante la Nación. “No hemos tenido ninguna respuesta a todo lo planteado; la situación se va agravando cada vez más y a esta altura ya es una realidad las grandes pérdidas que tiene todo el sector”, subrayaron. “Pedimos que nos abran las puertas para poder exponer ante el Gobierno nacional todo esto; son medidas que requieren de la intervención de la Nación las que necesitamos que se apliquen” dijo Caimi a lo que Barros completó “la olivicultura es un sector importante que se va apagando”, culminó.
Datos para entender la crisis
Desde el 2005 a la fecha los costos internos y de funcionamiento aumentaron en un 280 por ciento para el sector y los precios de los productos olivícolas no sufrieron variaciones.
La tonelada de aceitunas en el 2005 se vendía a 950 dólares. Hoy ronda entre los 950 a 1000 dólares.
Competencia internacional. Los productos riojanos se insertaban en el mercado brasilero pero actualmente encuentran una fuerte competencia con Perú y España. Los costos de la producción van subiendo, el dólar se mantiene estable y los precios de los productos no tuvieron variaciones.
Para esta cosecha el precio de la aceituna ronda los 50 a 55 centavos de dólar por kilo y pagaderos entre julio a diciembre.
El levantamiento de la cosecha demanda un gasto importante, no existen líneas crediticias disponibles para tal fin; a los cosecheros y mano de obra se le paga semanalmente en efectivo, los industriales no están en condiciones de realizar pagos adelantados.
“Sobre llovido, mojado”. Esas fueron las palabras que el directivo de la Cámara pronunció para comentar el otro problema que aqueja al sector que en agosto de 2011 sufrió la actualización de la tarifa por parte de EDELAR por el suministro eléctrico, insumo fundamental para la producción. En enero del año en curso, nuevamente se les aplicó otra actualización. “EDELAR ha aplicado dos veces nuevos cuadros tarifarios, sin audiencia pública de por medio, que han incrementado el valor del KW en las tarifas de regantes entre un 53 al 70 por ciento según las distintas bandas horarias”, manifestaron los directivos de la Cámara que consideraron que están neutralizados en parte por los subsidios nacionales pero ante la quita de los mismos que se viene realizando y la incertidumbre por la reducción o eliminación de dichos subsidios es que manifiestan su preocupación y la de los productores asociados a la entidad. La Cámara Olivícola Riojana en los próximos días planteará esta inquietud que preocupa al sector ante las autoridades del EUCOP. Caimi y Barros pusieron de manifiesto que desde el sector vienen manifestando la crisis que atraviesan y que han planteado una serie de alternativas y soluciones que fueron elevadas a las autoridades provinciales para que las gestionen ante la Nación. “No hemos tenido ninguna respuesta a todo lo planteado; la situación se va agravando cada vez más y a esta altura ya es una realidad las grandes pérdidas que tiene todo el sector”, subrayaron. “Pedimos que nos abran las puertas para poder exponer ante el Gobierno nacional todo esto; son medidas que requieren de la intervención de la Nación las que necesitamos que se apliquen” dijo Caimi a lo que Barros completó “la olivicultura es un sector importante que se va apagando”, culminó.
Datos para entender la crisis
Desde el 2005 a la fecha los costos internos y de funcionamiento aumentaron en un 280 por ciento para el sector y los precios de los productos olivícolas no sufrieron variaciones.
La tonelada de aceitunas en el 2005 se vendía a 950 dólares. Hoy ronda entre los 950 a 1000 dólares.
Competencia internacional. Los productos riojanos se insertaban en el mercado brasilero pero actualmente encuentran una fuerte competencia con Perú y España. Los costos de la producción van subiendo, el dólar se mantiene estable y los precios de los productos no tuvieron variaciones.
Para esta cosecha el precio de la aceituna ronda los 50 a 55 centavos de dólar por kilo y pagaderos entre julio a diciembre.
El levantamiento de la cosecha demanda un gasto importante, no existen líneas crediticias disponibles para tal fin; a los cosecheros y mano de obra se le paga semanalmente en efectivo, los industriales no están en condiciones de realizar pagos adelantados.
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