En un documento distribuído a la prensa, el ex senador nacional riojano considera que la sucesión presidencial entre el matrimonio Kirchner "no es un hecho auspicioso". Dice el documento:
"Por primera vez ocurrirá que un Presidente le trasmita el mando y los atributos del poder presidencial a su propia esposa, lo cual no constituye un hecho auspicioso.
Este 10 de diciembre se producirán tres acontecimientos inéditos en la historia política e institucional de nuestro país:
- Por primera vez asumirá una mujer la Presidencia de la Nación, lo que constituye un hecho auspicioso para la igualdad de género, más allá de los cuestionamientos producidos en cuanto al origen de su postulación y al desarrollo de la campaña electoral.-
- Por primera vez ocurrirá que un Presidente le trasmita el mando y los atributos del poder presidencial a su propia esposa, lo cual no constituye un hecho auspicioso, sobre todo por la imagen de país que se trasmite al resto del mundo, donde será muy difícil encontrar un caso semejante;
- Por primera vez se instalará en nuestro país una forma de gobierno conocida históricamente como “diarquía” (del griego dis: doble y arché: mando) que se caracteriza por el ejercicio del poder por parte de dos personas, o lo que es lo mismo, un gobierno de doble comando.-
Los historiadores citan casos de gobiernos diárquicos que se remontan a los orígenes de Roma, como los que ejercieron Rómulo y Tito Tacio o posteriormente el de los cónsules Julio César y Marco Calpurnio Bíbulo, o el de Marco Aurelio y Lucio Vero en la época del Imperio Romano. Como ejemplos más contemporáneos se suelen mencionar los casos de los Príncipes de Andorra o el de los Capitanes Regentes de la Serenísima República de San Marino.- Desde el punto de vista teórico, los integrantes del binomio gobernante deben tener el mismo poder, autoridad y jerarquía y así se lo entendió tradicionalmente, aunque la historia demuestra que en la mayoría de los casos siempre terminó predominando uno de ellos y algunas veces con desenlaces desafortunados.-
Pero la diarquía que comenzará a funcionar en nuestro país a partir del 10 de diciembre presenta características muy particulares e interesantes de analizar, primero porque uno de los integrantes tendrá el poder formal o legal, mientras que el otro tendrá un poder real y segundo por el vínculo matrimonial que une a los titulares de ambos poderes. Lo cual nos permite hablar de una “diarquía a la argentina” o una “diarquía sui generis”.-
En cuanto a la primera de las características, considero que hoy nadie en la Argentina podrá desconocer que el presidente Kirchner seguirá ejerciendo el poder real, aunque seguramente tratará de disimularlo apostando a la credulidad de la gente, de la misma forma en que lo hace con los índices del Indec. Pero bastará con tener presente que con sólo su poderoso dedo fue suficiente para convertir a su cónyuge en candidata presidencial y que con la generosa “caja” del Estado pudo someter y encolumnar tras de esa candidatura a gobernadores, intendentes, legisladores, empresarios y dirigentes de toda laya, para darse cuenta que el verdadero y real ganador de la elección fue el actual Presidente y todo hace pensar que seguirá ejerciendo el poder a través de su sucesora.-
Porque si algunos todavía creen que Kirchner se limitará a reorganizar al Justicialismo desde una oficina de Puerto Madero y a recorrer el país o el extranjero dando conferencias, según las versiones oficiales, es porque no conocen a Kirchner o la forma que tiene de ejercer del poder. La permanencia en sus cargos de la mayoría de los Ministros que integran el “núcleo duro” del Gobierno actual, todos de la máxima confianza de Kirchner, sirve para despejar cualquier duda al respecto.-
Pero tampoco es correcto describir lo que ocurrirá a partir del 10 de diciembre trayendo a colación el famoso: “Cámpora (o “el Tío”) en el Gobierno y Perón en el poder”, no sólo porque los personajes no son ni remotamente comparables, sino también por el vínculo matrimonial que une a los integrantes de la próxima diarquía argentina y que los coloca en un escenario totalmente distinto. Basta con imaginar al matrimonio presidencial hablando y definiendo importantes temas nacionales o internacionales, no en los despachos oficiales sino en la intimidad del hogar conyugal, para darse cuenta de lo novedoso que resultará el ejercicio del poder en nuestro país a partir del 10 diciembre. Nunca un Presidente argentino tuvo tan físicamente cerca a su inmediato antecesor, lo que por una parte le permitirá recibir sus experiencias y consejos, pero por otra parte constituirá un condicionamiento para su actividad y hasta una limitación para poder criticar o impugnar actos de la gestión anterior.- Además uno no resiste a la tentación de preguntarse: ¿Qué ocurrirá cuando, como nos ocurre a todos los mortales, el matrimonio tenga un desencuentro o una pelea y en qué medida podrá repercutir en las decisiones presidenciales? Puede haber al respecto muchos otros interrogantes, pero siempre habrá que tener presente que, por más que Kirchner procure aparecer como apartado del manejo presidencial, después del 10 de diciembre seguirá viviendo en la residencia presidencial de Olivos. Y eso no es poca cosa."
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