lunes, 23 de marzo de 2009

UN INFORME DEL INDEC MUESTRA QUE LAS PROVINCIAS AHORRARON UNOS $20.000 MILLONES EN TRES AÑOS.

En tres años, las provincias argentinas habrán conseguido un ahorro fiscal de unos 20.000 mil millones de pesos gracias al polémico cambio en la metodología de cálculo de la inflación que rige desde fines de 2006. Esta suerte de “coparticipación invisible” (pues su cálculo se realiza sobre la base de un ahorro eventual) es equivalente a más de tres meses completos de coparticipación real. Así se desprende de un informe elaborado por el Centro de Estudios Federales (Cefed), que firma el economista Adolfo Puccio. El estudio sostiene que sobre un stock inicial de deuda de 44.766 millones de pesos a fines del año 2006, “podemos afirmar que se terminaría produciendo al final del año 2009 un ahorro total de 19.698 millones ($ 16.990 millones por menor ajuste de capital, y $ 2.708 millones por menores servicios de deuda). Es decir, un beneficio para las provincias de casi un 50 por ciento del stock de capital inicial, a lo largo de todo el trienio”. Entre las provincias más beneficiadas está Córdoba, con un stock de deuda ajustable por CER que ronda los 4.500 millones de pesos. El Cefed indica que el ahorro estimado parte de la diferencia entre el índice de precios al consumidor oficial (IPC) y el cálculo realizado por distintas consultoras privadas. En este sentido, “resulta de sumo interés... desde la órbita provincial, calcular el supuesto ahorro en las cuentas fiscales producto de esta divergencia de criterios en la medición del índice de precios”. Para eso el análisis se enfoca básicamente en la evolución del Bogar, y de los Boden 2011 y 2013. El primero de los instrumentos fue producto del Canje de Deuda Provincial, en tanto el segundo significó el rescate de las cuasimonedas provinciales, y se implementó a través del Programa de Unificación Monetaria (PUM) vía el BCRA. “Si tomamos el consolidado de las 24 jurisdicciones provinciales -dice el Cefed-, dichos stocks de deuda al 31 de diciembre de 2006 eran de 41.293 millones de pesos en el caso del Canje de Deuda Provincial, y de 3.472 millones en el caso del PUM (este último a través de $ 2.691 millones de Boden 2011 y de $ 781 millones de Boden 2013)”. El estudio aclara que se parte de dicha fecha, considerando que en los años 2007 y 2008 se producen los mayores desvíos entre los cálculos oficiales y privados de la inflación. “Efectivamente -añade- para los años 2007 y 2008 los indicadores oficiales de la inflación fueron de 8,5 por ciento y 7,2 por ciento, respectivamente, mientras que las mediciones promedio de consultoras privadas los estimaban en el orden del 24 por ciento y 23,5 por ciento, respectivamente, (casi el triple del oficial). El cálculo también agrega el estimado oficial para este año (ocho por ciento) y el cálculo extraoficial (14 por ciento)”. “Si analizamos ahora ambos programas a partir del conjunto de provincias involucradas, veremos que los Boden 2011 y 2013 se relacionan con los programas PUM de Buenos Aires, Chaco, Córdoba, Corrientes, Tucumán, Formosa, Catamarca y Entre Ríos. Por su lado, el Canje de Deuda Provincial incluyó a las provincias de Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Chubut, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan, Tierra del Fuego y Tucumán”. El análisis comparativo de los indicadores oficiales y privados señala que “el stock de deuda derivado de ambos programas (Canje más PUM), que a fines del año 2006 suma 44.766 millones, asciende a 45.406 millones a fines del año 2007 y a 45.777 millones a fines del año 2008, siguiendo la pauta oficial de inflación. Esto, a pesar de haber abonado servicios de amortización por 6.285 millones y de renta por 1.812 millones a lo largo de estos dos años. Si ahora analizamos la misma evolución, pero con la pauta estimada de inflación informada por las principales consultoras privadas, nos encontramos con que el stock de deuda ajustada por CER hubiese ascendido a 51.855 millones a fines del año 2007 y a 59.585 millones a fines del año 2008. A su vez, los servicios de deuda que hubiesen sido abonados estarían en el orden de los 7.210 millones en el caso de amortización, y de 2.068 millones en el caso de renta. “De esta manera -afirma Puccio- si comparamos ambos escenarios, verificamos un ahorro más que sustancial para las provincias respecto a su deuda, el cual se compone de 13.808 millones por diferencias respecto a la evolución del stock de capital, y de 1.181 millones por menores servicios efectivamente abonados”. Si a este monto, se le suma el ahorro potencial de 4.709 millones en todo 2009 (3.182 millones de stock de capital, 1.215 millones de amortización y 312 millones de renta) se obtiene un ahorro total para el trienio de 19.698 millones de pesos. En suma, la “normalización” de las mediciones del Indec puede ser una necesidad institucional, pero también hay que tener en cuenta que su eventual aplicación tendrá efectos notablemente adversos para las endebles economías provinciales, mientras la inflación real subsista a tasas de dos dígitos.

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