El martes próximo podría ser clave para el futuro del plan de erradicación de ranchos, una obra bederista con vistas al Bicentenario. La iniciativa, que ya se puso en marcha, ahora cuenta con un presupuesto de 12 millones de pesos. Hasta hoy, el plan fue manejado por el gobernador Luis Beder Herrera, quien habría dispuesto que pase a la órbita de las Intendencias. Para eso, debería sancionarse una ley, pero el bloque de diputados justicialistas –que encabeza Mario Guzmán Soria- no estaría dispuesto a impulsar en la Legislatura. Los legisladores pretenden tener la misma torta que los intendentes, ya que es una política social importante que al final se podría transformar en votos. Así la semana pasada el desembarco de la Federación Riojana de Municipios, que lidera el arauqueño Gustavo Minuzzi, a la Cámara de Diputados se encontraron con una pared, ya que no hay apoyo a la pretensión de gobernador. A ese encuentro no fue el capitalino Ricardo Quintela y tampoco habría estado el chepeño Claudio Saúl. El plan pone en un callejón a Quintela, ya que si la erradicación de ranchos es orquestada por varios sectores, el más perjudicado será la Intendencia debido a que el sustento del acuerdo político se da con el gobernador y para abajo, es una especie de sálvese quien pueda. El rechazo legislativo se suma a la molestia de los diputados, que sienten que han sido desplazados en las consultas de la Casa de Gobierno. Pero la semana pasada, Beder Herrera llevó en el avión a Buenos Aires a Guzmán Soria y Minuzzi, representante de los dos sectores o cimientos de la estructura gubernamental. Allí se habría acordado realizar este martes un encuentro ampliado en la Residencia Oficial para definir el futuro del plan de erradicación de ranchos. Entre café y agua minera, hasta un almuerzo se podría incluir, estarían diputados, intendentes –con Quintela invitado- y el propio gobernador. Sería a puertas cerradas, ya que habría muchas cosas que se dirían entre todos los actores políticos.
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