lunes, 23 de noviembre de 2009

BEDER HERRERA SE REUNIÓ CON NESTOR KIRCHNER

Néstor Kirchner reapareció el jueves por la tarde en Chubut para expresar los fundamentos de su estrategia política para reafirmar el liderazgo en el Partido Justicialista. En un acto que le organizaron en el gimnasio del Sindicato de Petroleros Privados de Comodoro Rivadavia, dejó en claro que no tolerará que le disputen el poder dentro del PJ, que premiará sólo a los gobernadores leales, que no aceptará la disidencia de aquellos dirigentes que crecieron a la par suya y que el eje de su alianza política es la CGT. En la tierra del gobernador Mario Das Neves, un peronista que ya lanzó su precandidatura a la presidencia y que hasta hace unos meses revistaba en las líneas kirchneristas, el santacruceño le puso un freno al clima de interna electoral: “El mundo vive momentos difíciles y para que la Argentina siga creciendo no es momento de disputas menores por candidaturas”. En el escenario, Kirchner estuvo acompañado por los gobernadores Beder Herrera (La Rioja), Sergio Urribarri (Entre Ríos), Jorge Capitanich (Chaco), Daniel Peral (Santa Cruz) y el bonaerense Daniel Scioli, que en el mismo momento en que Néstor brindaba su discurso, una multitud exigía su presencia en Wilde por un reclamo por la insegurida. Rodeado de fieles, el ex mandatario no dejó espacio para las dudas sobre el tratamiento que les confiere a los “desleales”. Con una carpeta en lo alto, Kirchner le recordó a Das Neves que el gobierno nacional le había aportado 7.600 millones de pesos en obras a Chubut durante los últimos años. “Hay coraje patagónico para dar las respuestas que el pueblo necesita”, lanzó el diputado electo. El desembarco de Olivos en Comodoro Rivadavia no fue sólo para confrontar con Das Neves, sino también para afianzar la incipiente organización que aún preserva el kirchnerismo en una provincia donde las estructuras partidarias responden mayoritariamente al gobernador. El anfitrión de Kirchner fue el jefe del Sindicato de Petroleros Privados, Mario Mansilla, un dirigente de peso que tiene entre sus filas a más de diez mil afiliados de altos ingresos. Mansilla es uno de los pocos referentes políticos chubutenses que mantuvo su lealtad a la Casa Rosada desde el salto de Das Neves a la disidencia. De esa sociedad también participa el jefe de la CGT, que ayer también marcó presencia en el acto: entre la gente se vio flamear una bandera de “Moyano - Camioneros”. Kirchner reafirmó en el atril su alianza con ese sector del movimiento obrero: “No hay que hacer pelear a la gente entre sí, sino que hay que abrazarla con amor. He venido hoy a renovar mi compromiso solidario por la patria grande y la justicia social. Los sindicatos y los trabajadores piensan en la construcción de la Argentina grande”, afirmó el ex presidente. Después de explicitar sus límites y sus criterios de lealtad, Kirchner le tendió un puente al propio Das Neves: el diputado electo es consciente de la popularidad que tiene el gobernador en su provincia y que la incipiente estructura de alianzas que comenzó a tejer en ese territorio no alcanzan para imponer un hombre en la gobernación. “No hay que agredir ni descalificar. Ya vendrá el tiempo de las elecciones para que el pueblo vote. Hay que abrir los brazos con generosidad”, dijo Néstor y agregó: “Las puertas del despacho de la Presidenta están abiertas para todos”.

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