Los yacimientos del Famatina están más bien "fríos" debido principalmente a la gran resistencia popular y a la pasividad de las autoridades municipales. Los habitantes de Guandacol han comenzado a denunciar bioprocesos de degradación con animales y plantas, similares a los ocurridos en otros sitios mineros. En principio lo atribuyen a la flamante explotación minera que está en el lugar. Mientras, el gobierno envió un contingente de periodistas a la minera La Alumbrera, para mostrarles las instalaciones. Pero el problema no está dentro, sino fuera de las minas. La gente tiene una alta desconfianza –justificada- de que el Estado, con la clase política actual que lo conduce, pueda hacer un efectivo control, no sólo medioambiental sino también económico financiero de esta industria de industrias. Hasta ahora y gracias al concentrado esfuerzo del fiscal de Estado, Gastón Mercado Luna y a los abogados del staff público, el gobierno riojano ha logrado recuperar unas 70 minas de las que tenía la empresa Yamiri, en distintas partes de la provincia, que son aproximadamente la mitad de las minas que tenía esa empresa. Pero Yamiri no se ha quedado atrás y actualmente hay sendos recursos por once de ellas, presentados en la justicia sobre los que deberá decidir, como en todos los casos delicados, el Tribunal Superior. En medio de este tira y afloje, en el que lógicamente hay reconocidos abogados del foro local, se dice que la canadiense Barrick habría reducido su participación en la Yamiri y en cambio, la habrían aumentado empresarios vinculados al kirchnerismo. No todas las minas que tenía Yamiri son de oro floreciente. Cada mina tiene su particularidad, en cantidad, forma de presentación y factibilidad de explotación, (prospección, exploración y explotación) pero teniendo en cuenta los últimos datos del mercado internacional, cualquier gramo del metal precioso es importante. Durante este año, el oro pasó de cotizarse a US$ 874 la onza (equivale a 31 gramos) a un récord de 1120 hace unos diez días. También en este año ya acumula un rendimiento en dólares del 28%, y aún así la mayoría de los analistas cree que no perderá su atractivo en el mediano plazo. Se piensa que el oro seguirá ocupando un lugar de privilegio porque los bancos centrales del mundo están demandando oro para diversificar sus reservas. Y en Buenos Aires, en los últimos dos meses, la demanda en los bancos creció entre un 25 y un 35 por ciento, ante la pasividad del dólar. A esto hay que agregarle los llamados metales estratégicos que son más o menos raros y resultan de importancia para la fabricación de equipos de alta tecnología o aleaciones de calidad usadas en los sectores industriales de punta, vinculados a la industria militar o aeroespacial. Se vuelven estratégicos cuando un país carece de yacimientos de ellos o cuando los tiene en abundancia y los exporta. Un buen ejemplo es el manganeso: para los Estados Unidos es estratégico porque lo requieren sus industrias, pero no dispone de él en su territorio. Además el uranio se prevé que tendrá un aumento en su demanda, debido al crecimiento de las usinas atómicas. Se sabe que Irán, por ejemplo, saldrá a comprarlo en el mercado internacional, debido a la presión de los organismos mundiales de control. El tema es que gracias a la ley menemista de inversiones mineras, el tres por ciento que éstas pagan de canon es sobre el mineral extraído en bruto y en boca de mina y se hace mediante una simple declaración jurada de la empresa. Aún a pesar de la escala del precio de los metales preciosos, se sabe que no dejan gran rendimiento para las arcas estatales. Por ejemplo, cuando se estaba por lanzar la asignación universal por hijo y se buscaba una fuente de financiamiento, se sabe que la bancada del kirchnerismo evaluó aumentar las retenciones a la minería, gravar las fichas del casino, cobrar el impuesto a la riqueza y a la renta financiera. Pero Boudou les señaló que en el caso de la minería, las retenciones son tan bajas que apenas se recaudan unos 100 millones de dólares al año. Por eso se decidieron por echar mano a los fondos de la Anses. Esto lo saben perfectamente Beder y unos pocos hombres de primera línea del gobierno. Por eso están manejando la idea de que el Estado riojano, a través de la empresa estatal de minas y energía creada hace unos meses atrás, pueda asociarse con el o los empresarios que quiera explotarlas para sacar algo más del tres por ciento, no ya como canon, sino como participación en las ganancias. Pero esto requiere tener gente especializada, de gran nivel académico y práctico, que entienda acabadamente el tema y que no se deje tentar por las cifras que se manejan a esos niveles. Contrariamente a lo que se cree, los yacimientos del Famatina están más bien "fríos" debido principalmente a la gran resistencia popular y a la pasividad, cuando no adhesión hacia ellos de las autoridades municipales. En el gobierno riojano se ve mucho más cercana, la concreción del yacimiento denominado Helvecia que está a unos 11 km de Gualcamayo, en Guandacol. Esta población del oeste provincial, que vivía una larga postergación, está reviviendo económicamente. Se habla de muchos millones, pero muchos, muchos para el lado riojano de Gualcamayo. Dicen que el procesamiento del mineral se hace del lado sanjuanino, que es donde están las instalaciones principales. Pero la gran pregunta que deben responder los dirigentes riojanos a toda la ciudadanía, es si serán capaces de controlar acabadamente la futura explotación, por un lado para recaudar lo que corresponda para el Estado provincial (del cual son empleados) y por otro para evitar la contaminación.
Por Julio Aiub Morales para Nueva Rioja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario