El gobierno de Luis Beder Herrera recibió casi 128 millones de pesos en concepto de coparticipación federal, de los cuales 93 millones de pesos corresponden para libre disponibilidad, informó el Ministerio de Economía de la Nación. El dato se conoció mientras que una vez más, los recursos que deberían ser destinados a las provincias terminarán financiando el déficit del gobierno nacional. Con el objetivo de cerrar el año sin tener que reducir los gastos, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se apropió mediante un decreto de otros $ 2.000 millones de pesos de los aportes del Tesoro Nacional (ATN), dinero que debió ser repartido, por la ley de Coparticipación Federal, a "atender desequilibrios y emergencias de las provincias". De este modo, la deuda con los Estados del interior se elevó a $ 9.000 millones, ya que la suma capturada y no distribuida ascendía en lo que va del año a $ 7.000 millones. Según el Palacio de Hacienda de la Nación, La Rioja recibió 127.968.900 de pesos, de los cuales 93.122.600 de pesos son de libre disponibilidad en el mes de noviembre. En el mismo período del año pasado fueron 117.713.000 de pesos, de los cuales 85.043.000 de pesos corresponden a libre disponibilidad. Cabe destacar que el Ministerio de Economía nacional no incluye los descuentos por aportes patronales y pago de deudas por parte de la provincia que están garantizados por la coparticipación federal. En ese marco, Prat Gay, aliado de Elisa Carrió, explicó que “si bien la ley 23.548 de 1988 establecía que la recaudación de impuestos nacionales debía distribuirse 57% para las provincias y 43% para la nación, la realidad nos muestra que el gobierno central acapara hoy más del 70% de la recaudación. Las transferencias automáticas a provincias son así sólo el 25% de la recaudación de impuestos nacionales, mientras que históricamente eran del 34 por ciento”. Gay además dijo que “el argumento del gobierno de los Kirchner es que las transferencias discrecionales compensan la caída de las automáticas. La misma lógica de los planes sociales “universales”. ¿Por qué no automatizar la discreción, entonces? Porque el gobierno nacional perdería el enorme valor de la prenda de cambio: “Le pago la obra pública al gobernador amigo, le transfiero a quien se porta bien, le doy un plan social al que viene al acto”. Éste es el gobierno más clientelista y más unitario que haya conocido la Argentina desde el retorno de la democracia”. Asimismo, varias provincias siguen endeudándose para cumplir promesas de obra pública, pagar salarios y financiar deudas, en un contexto de creciente déficit fiscal que también derivó en mayor presión impositiva sobre los contribuyentes. Sin embargo, el rojo de las cuentas tendría un alivio el año próximo, según algunos analistas, por el crecimiento económico que derivará en mayor recaudación local y más fondos de coparticipación federal y del fondo sojero.
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