TRABAJADORES GOLONDRINAS HACINADOS EN UN GALPÓN EN VICHIGASTA.

La Delegación La Rioja del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) denunció las condiciones de vida en la que realizan la cosecha los empleados golondrinas quienes sufren pésimas situaciones laborales e ingresos inferiores a los de subsistencia. El INADI visitó las “conejeras” una de las instalaciones donde alojan cosecheros en Vichigasta, las habitaciones numeradas de dos metros cada una -que se asemejan a los guetos, áreas separadas para la vivienda de un determinado origen étnico o cultural - cuentan con cuatro armazones de hierro para que descansen, tres letrinas para mas de 80 personas y un lavadero con 4 piletas. Con solo una visita a las conejeras de Vichigasta, alcanza para corroborar que las condiciones sanitarias y de vivienda que se ofrecen a los trabajadores no pasarían las mínimas inspecciones del Ministerio de Trabajo ni una mirada atenta desde la Secretaría de Derechos Humanos. Cabe señalar que los trabajadores golondrinas constituyen el sector social más castigado de la Argentina. Al respecto el titular del INADI, Marcelo Lucero señaló “la discriminación que sufren los migrantes, hace que sean vulnerables a abusos tales como el trabajo forzoso u obligatorio. Las barreras que impiden el acceso a puestos de trabajo dignos obligan a menudo a los padres a recurrir al trabajo de sus hijos para poder subsistir, perdiendo los primeros meses de clases y se sabe de muchos a los que se les quita los documentos para forzarlos a trabajar”. “Vichigasta es sólo un ejemplo, ya que hemos recibido consultas y denuncias que indican que en la ciudad Capital y en otras regiones del Interior los trabajadores duermen en colchonetas en condiciones de hacinamiento, con escasos baños y lugares donde comer”, sostuvo. La discriminación en el trabajo impide a las personas expresarse y participar plenamente, socavando de este modo la democracia y la justicia en el lugar de trabajo. La eliminación de la discriminación en el trabajo es fundamental si se quiere que los valores de la dignidad humana y la libertad individual, la justicia y la cohesión social sean algo más que meras declaraciones.