El ex gobernador de Santa Fe Carlos Reutemann y el diputado por la provincia de Buenos Aires Francisco de Narváez dieron días atrás un paso pequeño, pero no menos importante y cargado de simbolismo. Hicieron algo que buena parte de la ciudadanía que rechaza al kirchnerismo quiere: ver juntos y en busca de coincidencias a los principales referentes de la oposición. Durante un encuentro reservado, efectuado el viernes en Santa Fe, Reutemann y De Narváez avanzaron en una visión común sobre muchos de los problemas del país, tales como la situación del sector agropecuario, el déficit fiscal y el endeudamiento de las provincias, la inseguridad, la desconfianza en las estadísticas del Indec y la necesidad de reformar el Consejo de la Magistratura. Se podría decir que sentaron las bases para un eventual acuerdo programático. La reunión entre ambos líderes políticos cobra relevancia por el hecho de que ambos han sido mencionados como potenciales candidatos presidenciales y se ubican en el lote de figuras políticas que encabezan las encuestas de imagen positiva, en el que también están el vicepresidente Julio Cobos y el dirigente radical Ricardo Alfonsín. No hablaron, sin embargo, de candidaturas y difícilmente puedan hablar de eso en lo inmediato. Es que De Narváez quiere ser presidente de la Nación, pero la letra de la Constitución nacional no se lo permite. Su artículo 89 establece que "para ser elegido presidente o vicepresidente de la Nación, se requiere haber nacido en el territorio argentino o ser hijo de ciudadano nativo, habiendo nacido en país extranjero". De Narváez nació en Colombia y es hijo de extranjeros, aunque sus defensores señalan que vivió en la Argentina desde que tenía un mes de vida. Sólo una interpretación de la Justicia menos restrictiva podría habilitarlo a cumplir su sueño. En el caso de Reutemann, todo indica que puede ser candidato presidencial, pero que aún no sabe si quiere serlo, a juzgar por sus silencios y por las dudas que ha transmitido más de una vez. Hay, sin embargo, algo que parece claro y que diferencia a Reutemann y De Narváez de Mauricio Macri. Mientras el jefe de gobierno porteño está decidido a construir poder desde su agrupación, PRO, el ex gobernador santafesino y el diputado por la provincia de Buenos Aires no están dispuestos a construir por fuera del Partido Justicialista. Algo que, de avanzar su proyecto, los enfrentaría con un candidato kirchnerista o con el propio Néstor Kirchner en una eventual elección interna del peronismo. Y hay algo que también podría darse por sentado: Reutemann y De Narváez integrarían un mismo equipo dentro del justicialismo y no competirían entre sí por el mismo cargo.
Por Fernando Laborda. Especial para lanacion.com
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