La presidenta Cristina Kirchner recibirá a los gobernadores más afines a la Casa Rosada para discutir una nueva ley de coparticipación federal y frenar o dilatar el avance en el Congreso de la coparticipación del impuesto al cheque. Pero la Casa Rosada no tiene hoy predisposición a ceder más recursos de los que gira en la actualidad a los distritos. El lunes se servirá otro almuerzo multitudinario en la residencia de Olivos. La presidenta Cristina Kirchner recibirá a los gobernadores más afines a la Casa Rosada para discutir una nueva ley de coparticipación federal y frenar o dilatar el avance en el Congreso de la coparticipación del impuesto al cheque. Pero la Casa Rosada no tiene hoy predisposición a ceder más recursos de los que gira en la actualidad a los distritos. No estaba en la noche del viernes definida aún la lista completa de invitados, pero sí se sabía en la Casa Rosada que gobernadores enfrentados con el matrimonio Kirchner serán convocados en una etapa posterior. "No habrá nuevos recursos para las provincias, aparte de los que se giran actualmente", confió a La Nacion una alta fuente oficial. Pero muchos gobernadores, incluso aliados al Gobierno, llevarán propuestas para crear nuevos fondos con afectación específica para gastos en sus provincias. Según pudo saber La Nacion, no existe voluntad política en la residencia de Olivos de aceptar esos proyectos. Por lo menos no inmediatamente. Las preocupaciones centrales de Balcarce 50, hoy, son dos: la escalada inflacionaria y su impacto político en la imagen del Gobierno, y la posible coparticipación del impuesto al cheque, que impulsa la oposición en el Congreso para darles mayor autonomía política y financiera a los gobernadores y dividir a los mandatarios alineados con el oficialismo. Es que ello significaría para el Tesoro nacional una perdida de $ 12.000 millones, según estimaciones para 2010, que serían girados automáticamente a las provincias. La Casa Rosada perdería así el manejo discrecional de esos fondos. Las invitaciones fueron cursadas por el ministro del Interior, Florencio Randazzo. Consultado por La Nación, Randazzo adelantó que "hay que discutir todo, en forma integral: qué recursos aporta cada provincia al conjunto y qué índice de recursos nacionales utiliza para financiar sus gastos". Se desprende así que el Gobierno apunta a un debate largo. El objetivo de fondo es frenar una ley de distribución del impuesto al cheque y, en tanto dure el debate sobre una nueva coparticipación federal, crear las condiciones para justificar el veto de la Presidenta al reparto del cheque. "Una nueva ley integral de coparticipación consiste en discutir integralmente el futuro de la Argentina y hay diferentes parámetros", agregó Randazzo. El propio Randazzo había advertido que, si la Nación perdiera $ 12.000 millones del cheque, entonces discontinuaría el refinanciamiento de las deudas provinciales del Plan de Asistencia Financiera (PAF), previsto también en 12.000 millones para 2010, y reduciría el Fondo Federal Solidario (FFS, soja), una transferencia de 6000 millones para este año. El argumento de que las provincias perderían más de lo que ganarían, y la fragilidad fiscal, también serviría para justificar el veto de la Presidenta. Por eso, se prevé, como en todos los almuerzos recientes, una larga exposición de la Presidenta y una "bajada de línea política" para que los gobernadores desalienten a sus legisladores en la idea de coparticipar el tributo del cheque. Ese es el principal objetivo de la reunión. "No habrá más recursos para las provincias, porque la Nación ya financia las jubilaciones y las Universidades, que son gastos de las provincias -dijo una alta fuente-. "Vamos a discutir todo y el debate será largo, conflictivo y complejo." Estarán presentes el jefe del Gabinete, Aníbal Fernández, el ministro de Economía, Amado Boudou, y Randazzo. También está prevista la asistencia del diputado, ex presidente y jefe político del PJ, Néstor Kirchner. "Alguna concesión podría aparecer: alguna forma de financiamiento. Ya no basta la presión", dijo otro funcionario. "Estarán los 17 o 18 gobernadores más cercanos al Gobierno y luego, por etapas, se avanzará con los más díscolos", confió a La Nación una alta fuente gubernamental. No fueron invitados el jefe del gobierno porteño, Mauricio Macri, ni los gobernadores Hermes Binner (Santa Fe), Mario Das Neves (Chubut), Alberto Rodríguez Saá (San Luis) y Eduardo Brizuela del Moral (Catamarca). Según sus allegados, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, seguirá la línea de la Presidenta. Su par de Córdoba, Juan Schiaretti, propondrá que un eventual reparto del cheque sea deducido del PAF. El salteño, Juan Manuel Urtubey, propondrá un Fondo de Convergencia. El chaqueño Jorge Capitanich pedirá más financiamiento a áreas específicas. El sanjuanino José Luis Gioja hablará de extraer recursos de las reservas y fijarlos por ley. Los gobernadores oficialistas temen represalias y por eso reclaman financiamiento por fuera de la coparticipación. Otro remedio sería peor que la enfermedad, sospechan.
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