Según el medio porteño, Luis Beder Herrera no tiene un vínculo aceitado con su vice, Teresita Luna. La Legislatura le quitó a la vicegobernadora casi todas sus atribuciones y desde el oficialismo la acusan de "ambiciosa". De las sonrisas y los abrazos compartidos en triunfos electorales a la indiferencia y el silencio. De la amistad política a la frialdad e incluso a la enemistad manifiesta, caminos separados y rivalidad sin retorno, según el diario La Nación. Los públicos desencuentros entre la presidenta Cristina Kirchner y su vice, Julio Cobos, se repiten de manera sorprendente en más de la mitad de las administraciones provinciales del país. Podría decirse, entonces, que uno de cada dos gobernadores tiene al enemigo en casa. O muy cerca de ella, al menos. En Tierra del Fuego y en Catamarca el pleito terminó con la renuncia del vicegobernador; en Salta, Mendoza, Chaco, La Rioja, Río Negro y San Luis, el divorcio se manifiesta en pelea directa y sin disimulos; en Capital y Tucumán, las necesidades políticas obligaron a los mandatarios provinciales a quedarse sin compañero de fórmula; mientras que en Buenos Aires, Santa Cruz, Entre Ríos y La Pampa, un pacto político endeble mantiene la paz entre el gobernador y un vice ambicioso y con juego político propio. Sin distinción de banderías políticas, los conflictos afectan la gobernabilidad y ponen en riesgo alianzas electorales. El chaqueño Jorge Capitanich prefirió una alianza con radicales K y relegó a su vice, el peronista Juan Carlos Bacileff Ivanoff, a quien ni siquiera invita a los actos institucionales. Juan Manuel Urtubey, salteño él, se cansó de las críticas de su vice, el renovador Andrés Zottos, a políticas oficiales de salud, y lo mandó a "ocuparse del Senado" provincial. Por si tuviera pocos problemas, el mendocino Celso Jaque recibió duras críticas desde el despacho vecino de Cristian Racconto, que la semana última le pidió "defender de manera seria y responsable a la provincia" y sumarse al proyecto opositor de redistribución del impuesto al cheque. No acuerda con el alineamiento de Jaque con la Casa Rosada. Luego de haberle hecho la vida imposible a su antecesor, Angel Maza, a quien desplazó del poder en 2007, el gobernador de La Rioja, Luis Beder Herrera, se lleva bastante mal con su vice, Teresita Luna. De hecho, la Legislatura provincial le quitó a fines del año pasado la mayoría de sus atribuciones, y la vice sólo puede apelar a su buena relación personal con la presidenta Cristina Kirchner para sostenerse. Los problemas no son privativos del peronismo. El rionegrino Miguel Saiz, radical K, tiene en el vicegobernador Bautista Mendioroz su principal obstáculo para reformar la constitución provincial e ir por la reelección. Luego de ser vicegobernador por tres períodos, Mendioroz cree que llegó su turno de gobernar. El puntano Alberto Rodríguez Saá tuvo un fuerte entredicho con su vice Jorge Pellegrini, acusado de ocultamiento de pruebas luego de un accidente callejero en el que participó su hijo. Luego de alejarse de la gobernación provincial, Pellegrini logró que el pedido de juicio político que pesaba sobre él quedara sin efecto, pero la relación con el gobernador no volvió a ser la misma. La mala relación termina, a veces, en portazo sonoro. En Tierra del Fuego, el independiente Carlos Bassanetti dejó sin vice a Fabiana Ríos en lo peor de la crisis financiera provincial, mientras la kirchnerista Lucía Corpacci renunció a la vicegobernación de Catamarca, enojada por la militancia cobista del gobernador Eduardo Brizuela del Moral. En algunos casos, el vicegobernador se transforma en alfil de las ambiciones de su jefe político. El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, debió batallar para que Gabriela Michetti renunciara a su puesto y fuera finalmente candidata a diputada. En Tucumán, Juan Manzur acató sin chistar al gobernador José Alperovich y se sumó al gobierno nacional como ministro de Salud. El bonaerense Daniel Scioli y su vice, Alberto Balestrini, tienen un vínculo con cortocircuitos. El más reciente fue el proceso electoral en Pinamar: Scioli apoyó sin retaceos al vecinalista Blas Altieri, lo que enojó a Balestrini, titular del PJ bonaerense. En Entre Ríos, el vice José Lauritto hace equilibrio entre su fidelidad al gobernador K Sergio Uribarri y su vieja amistad con el peronista disidente Jorge Busti. En La Pampa, el vicegobernador Luis Campo expresó que quiere ser candidato a pesar de su "muy buena" relación con el gobernador Oscar Jorge. Luego de ser retado por el gobernador Daniel Peralta por aumentar sueldos a diputados, el santacruceño Hernán Martínez Crespo se llamó a un prudente silencio.
LAS PELEAS SALTA
Problemas de cartel
El gobernador K Juan Manuel Urtubey le recomendó a su vice, Andrés Zottos, que "se dedique al Senado". El renovador salteño se arma hacia 2011 fuera de la alianza gobernante.
RIO NEGRO
Un cargo, dos postulantes
El gobernador, Miguel Saiz, quiere reformar la Constitución para ir por la reelección. Su vice, Bautista Mendioroz, se opone.
CHACO
Con el teléfono descompuesto
Jorge Capitanich se alió con un sector del radicalismo. Su vice, peronista como él, se enojó y dejó de ser invitado a actos públicos.
MENDOZA
Demasiado kirchnerista
El vicegobernador Cristian Raccondo fustigó a Jaque por su alineamiento con la Casa Rosada. Quiere reformar el impuesto al cheque.
SANTA CRUZ
Frialdad extrema
El gobernador Peralta se enardeció cuando su vice aumentó los sueldos de los diputados. Ahora, Martínez Crespo no da un paso sin consultar.
BUENOS AIRES
Dos potencias, poco feeling
Daniel Scioli tiene una relación cordial con Alberto Balestrini. Pero la elección de hoy de Pinamar los encuentra en bandos diferentes.
LA RIOJA
Sin espacio para galanterías
Luis Beder Herrera no tiene un vínculo aceitado con su vice, Teresita Luna. La Legislatura le quitó a la vicegobernadora casi todas sus atribuciones y desde el oficialismo la acusan de "ambiciosa".
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